Primero que todo, dejar en claro que más allá de la legítima opción de un comediante de reírse de las características físicas de alguien, consideramos que es un desperdicio molestar sólo «por fea» a Cecilia Pérez, cuando se le pueden decir cosas mucho más insultantes como «facha de mierda», «empleada de los empresarios» o «perkin de Piñera», por nombrar algunos adjetivos.
Cuando hablamos de belleza y fealdad, hablamos de algo completamente subjetivo. Por ejemplo: A algunos les podrá parecer que el cerdo mórbido de Max Pavez es la repugnancia misma hecha persona, pero como buen UDI/Opus Dei, estamos seguros que su prima lo encuentra atractivo. El punto que está en cuestionamiento acá es debatir sobre el ordinario y poco pudoroso aprovechamiento político que está intentando sacar Cecilia Pérez de esta situación .
Porque querer darle un corte feminista a su supuesta indignación, carece de todo sentido cuando ella es una de las mujeres menos feministas que existen. Para ejemplo basta recordar que Cecilia Pérez está en contra de que las mujeres puedan decidir sobre su cuerpo, y que ella misma no condenó y compartió un tuit que trataba de «gordis» a Bachelet.
Ni hablar de sus ánimos de coartar la libertad de expresión de un canal por una superficialidad tan subjetiva, (quiere que dejen de transmitir durante 7 días), cuando ese mismo canal hace no mucho leyó frente a todo Chile el informe del ginecólogo de Nabila Rifo. Una situación mucho más grave, donde Cecilia Pérez jamás pidió castigo alguno para esta situación, y sólo se acordó de ella después de este incidente.
Entonces, ¿de qué manera podemos resumir este verdadero «MONGAGATE»? En un comediante que podría atacar a Cecilia Pérez de múltiples formas pero se concentra sólo en su aspecto físico, y una ex ministra cara de raja sintiéndose ofendida cuando ella hace lo mismo y más encima queriendo sacar provecho político disfrazando todo con un falso feminismo, ya que ella es una opositora declarada a las reivindicaciones básicas de las mujeres.