Una nueva investigación publicada por Ciper, realizada por los economistas Ramón López, Gino Sturla, Simón Accorsi y Eugenio Figueroa, reveló que en los últimos 10 años Chile le ha regalado la brutalidad de 120 mil millones a las grandes mineras transnacionales que operan en el país. Parte del artículo señala:
Chile le está regalando a la gran minería del cobre una fortuna: el equivalente a un 45% del PIB que tuvo el país en 2014. Así lo afirman los economistas Sturla, Accorsi, López y Figueroa en un reciente estudio. En esta primera columna, detallan el método que usaron y los alcances de un estudio que debiera llevar a rediscutir el royalty minero y, en general, los impuestos que se cobran a las empresas que explotan recursos naturales. Sin ambages hablan de un “regalo” que el Estado hace y que “no tiene justificación económica alguna”.
La renta regalada a las mineras en el periodo estudiado equivale a casi 6 veces el total de los fondos soberanos actuales del país o al 45% del PIB del año 2014. Con este monto se podrían financiar 2.560 Teletones (considerando lo que recaudó en 2016). Si estos US$120 mil millones hubiesen sido ahorrados por el país e invertidos como fondos soberanos, rentarían un flujo anual de más de US$7 mil millones, asumiendo un patrón de inversión conservador. Es decir, el país tendría cada año un flujo estable anual de recursos, independiente de las fluctuaciones del precio del cobre, equivalente a casi todo el gasto público en salud, lo que implica que se podrían doblar los servicios públicos de salud del país de manera permanente.
Los recursos regalados anuales promediaron US$12 mil millones durante el periodo 2005-2014. Se ha estimado que la gratuidad de la educación en el país, entendida como el financiamiento estatal completo y en todos los niveles de la educación, requiere de recursos equivalentes a casi US$5 mil millones al año. Además, se estima que la reforma tributaria promulgada recientemente va a recaudar US$6 mil millones anuales como máximo. Es decir, con la riqueza regalada anualmente a estas grandes empresas transnacionales durante el periodo 2005-2014, se podría haber financiado educación gratuita completa y mejorar el sistema de salud y pensiones de manera definitiva con los US$7 mil millones restantes.
¿Entienden ahora por qué es tan «gracioso» cuando dicen que «no hay plata» para subir el sueldo mínimo, hacer reformas estructurales o financiar la educación y la salud? Los grandes empresarios financian a los políticos, lógico que siempre legislarán para defender sus intereses y no los del pueblo. Esta es la Democracia Burguesa, este es el fraude de la Democracia Representativa