En un nuevo autogolazo del Frente Disperso, (también conocido como Frente Amplio), la precandidata presidencial Beatriz Sánchez, en entrevista para Revista Paula, señaló que el Gobierno de Salvador Allende había sido «totalitario». Una afirmación absurda que cualquier persona con dos neuronas sabe que es falsa. Por supuesto, al ver las numerosas críticas, señaló que «se había equivocado».
Revista Paula le preguntó si se sentía cómoda con el modelo de Allende:
“No es lo mismo porque estamos en otro contexto. Yo prefiero un estado que no sea totalitario porque no creo en un estado totalitario, pero sí en uno robusto, que pueda emprender y mover la economía si no la mueve el privado”
“Intenté responder adelantándome a eterna caricatura al Frente Amplio y me equivoqué. Comparto sueño de Allende de justicia con democracia y libertad, lejos de totalitarismo con que hoy y ayer caricaturizan a transformadores”
1) El Gobierno de Allende fue extremadamente respetuoso de la institucionalidad. Insinuar que fue «totalitario» no sólo es una mentira, es una estupidez que valida tanto el Golpe de Estado como la Dictadura-Cívico Militar
2) Esto no es equivocarse, es no tener claridad ideológica. Preocupante viniendo de la candidata presidencial de una coalición que se supone quiere cambiar las cosas. Esto es lo que pasa por despolitizar el debate hablando más de «ciudadanos» que de «personas» o de «izquierda»