Más allá de que Pablo Oporto sea un peligro público, (el tipo tiene antecedentes por violencia intrafamiliar y maltrato animal ya que participaba en peleas de perros clandestinas), el tema acá son los medios masivos que le dan tribuna a un psicópata sin corroborar si lo que decía era cierto, sólo porque tiene un discurso acorde a su línea editorial de promover el miedo y el populismo penal. Ni hablar por supuesto, de la irresponsabilidad de ponerlo en un debate presidencial para confrontar a una candidata por su falta de «mano dura» contra la delincuencia. ¿Lo peor de todo? Pablo Oporto no fue ni el primero ni será el último enfermo al que la prensa burguesa le dará tribuna para defender sus intereses. Basta recordar que la semana pasada, la mitómana y homofóbica de Marcela Aranda se paseó por todos los canales de televisión.
Bonus Track: Pablo Oporto, un tipo racional y equilibrado