Una investigación de Ciper Chile reveló que el empresario Andrónico Luksic, quién lleva meses lavando su imagen a través de twitter, durante años pagó apenas el 1,6% de impuestos que le correspondían evadiendo la cantidad de $9.769 millones de pesos. Esto lo realizó comprando empresas «zombi», es decir, que no tenían ningún valor salvo para descontar impuestos. Esta técnica también fue utilizada por el actual candidato presidencial Sebastián Piñera. Parte del artículo señala:
En los ’90 las arcas fiscales fueron el blanco de un ataque zombi que buscó eludir impuestos por $1 billón. Exitosas empresas compraron firmas quebradas para esconder sus utilidades. Recién en 2004 el SII las investigó y levantó una nómina de 47 empresas a las que les cuestionó la operación. La ofensiva del SII logró neutralizar solo en parte el ataque. Entre 1990 y 2004 todos estos dueños de empresas prósperas buscaron hacerle creer al SII que no tenían utilidades y, por lo tanto, que no tenían que pagar impuestos. Incluso, en algunos casos, pedían devolución de impuestos pagados en años anteriores. Para concretar ese engaño, compraron pérdidas por $6 billones 845 mil millones (casi 10 billones de hoy con el IPC ajustado), que provenían de empresas quebradas en los años 80, conocidas hoy como empresas zombis.
Así por ejemplo, en 2001, la zombi del Grupo Luksic declaró una descomunal pérdida de $75 mil millones, el mismo año en que el holding tuvo al menos $241 mil millones para tomar el control del Banco de Chile, comprando acciones del Grupo Penta y de los controladores de Falabella. Los vendedores de estas acciones, a su vez, pese a la gran suma que recibieron de parte de los Luksic por estas operaciones ($139 mil millones en el caso de Penta y $103 mil millones las familias controladoras del retail), también registraron grandes pérdidas tributarias en 2001, gracias a sus respectivas zombis. Empresas Penta declaró $54 mil millones en pérdidas, gracias a su zombi Río Teno; Juan Cúneo, por entonces presidente de Falabella, declaró $57 mil millones en pérdidas producto de su zombi Inversiones Hispana. En tanto, la familia Cortés Solari (actual Grupo Corso) declaró pérdidas por $27 mil millones gracias a su zombi Sociedad de Inversiones Quitalmahue; y María Luisa Solari Falabella declaró $941 mil millones en pérdida usando la zombi Inversiones San Patricio.
El Grupo Luksic estaba ya entre los más ricos de Chile cuando se ahorró una gran cantidad de impuestos gracias a su zombi. A través de Inversiones Hidrosur (representada por Andrónico Luksic Craig), debería haber pagado $9.932 millones en tributos entre 2000 y 2004, según un informe del Departamento de Delitos Tributarios del SII, al que accedió CIPER. Pero, de acuerdo a los datos obtenidos en esta investigación, el grupo solo pagó $163 millones en impuestos de primera categoría, apenas un 1,6% de lo que debió haber pagado. La zombi que compró el Grupo Luksic, fue la Sociedad de Inversiones San Francisco, empresa que había pertenecido al grupo de Javier Vial. En 1983 quebró y fue sometida a un convenio judicial preventivo. En agosto de 2000 Vial la vendió a los Luksic, quienes pagaron por ella $2.606 millones. Un monto considerable para su único activo: una deuda de arrastre de $75.702 millones.
En 2001 la zombi San Francisco volvió a la vida cuando, en un solo acto, el Grupo Luksic presentó ante el SII los $75.702 millones en pérdidas que San Francisco había acumulado desde el momento de su quiebra en 1983. Lo primero que la investigación del SII determinó fue que esas planillas contables “fueron confeccionadas extemporáneamente el 2000 o 2001”. Lo segundo, es que la mayor parte de esa abultada pérdida de arrastre eran intereses y reajustes de una deuda que ya no existía. Esa investigación del SII describe cómo el Grupo Luksic usó las cuantiosas pérdidas para reducir las utilidades de Inversiones Hidrosur, una empresa con actividad comercial real y con grandes ganancias anuales. La zombi absorbió Inversiones Hidrosur, quedándose con sus ingresos y su nombre.
Gracias a esa fusión, en que se unieron en la misma contabilidad las pérdidas de Vial y la bonanza de los Luksic, el grupo hizo desaparecer $39.682 millones en utilidades en 2002. Al año siguiente, la zombi le permitió borrar $20.551 millones en utilidades. Finalmente, en 2004, descontó otros $4.192 millones en utilidades. Fue solo respecto de este último año que el SII presentó reparos. Mientras que a Piñera el SII le cuestionó el uso de la zombi durante tres años consecutivos (de 2002 a 2004), al Grupo Luksic solo le formuló reparos por un año. Respecto del resto de los impuestos, la investigación de CIPER indica que probablemente su pago quedó prescrito, aunque no hay rastro en la documentación oficial. CIPER tomó contacto con el Grupo Luksic para saber cómo consiguió su zombi pagar tan solo un 1,6% de los impuestos que debió haber cancelado; y por qué usaron pérdidas de una sociedad de Javier Vial, empresa quebrada, con la que el holding no tenía ninguna relación. No obtuvimos respuesta.
1) Síganle diciendo «tío» no más a este delincuente
2) Vivimos en un país donde tiene más condena no pagar 650 pesos a la empresa privada del Transantiago que la millonaria evasión de impuestos que hacen los grandes empresarios al Estado. Y después nos vienen con el chantaje que «hay que priorizar» y «no hay plata» para reformas