Luego del papelón protagonizado por los canutos en el Te Deum evangélico, donde le gritaron asesina a Bachelet, dijeron que Dios estaba por sobre las leyes y aplaudieron como enfermos a Piñera, el sacerdote jesuita Felipe Berríos, criticó los fanatismos religiosos asegurando que se necesitaba luchar por un Estado laico para combatirlos.
«Tenemos que luchar por un Estado laico que combata los fanatismos (…) los credos tienen derecho a rechazar las materias que consideren pertinentes, pero que una cosa es no estar de acuerdo y poder dar razones y otra es insultar y tratar de asesinos a quienes piensan distinto, ahí se pasa un límite que no hay que aceptar»
«Le tengo mucho respeto al evangélico, por eso me dolió lo de ayer (domingo). Tú no invitas a alguien a tu casa para insultarlo. Una cosa son los insultos de la gente, pero también creo que al tono de algunos discursos se les pasó la mano»
Cada uno puede creer en lo que estime conveniente, otra cosa es que quieran imponer sus dogmas al resto sin mayores argumentos que la fe personal. Por eso es tan peligroso que la ultraderecha quiera gobernar y legislar de la mano de los fanáticos religiosos como lo quiere hacer Piñera