1) Ni tan Debate
Esto no fue un debate ya que los candidatos apenas podían intercambiar ideas entre ellos. Debate significa interacción, que tengan la oportunidad de hacerse mierda. Que la Asociación Nacional de Prensa haya escogido este anodino formato, dice mucho sobre lo históricamente temeroso del poder que ha sido siempre el periodismo nacional.
2) Periodismo mención en Venezuela, Cuba y Corea del Norte
Hablando de periodismo, estamos seguros que a los periodistas chilenos les enseñan ramos sobre Venezuela, Cuba y Corea del Norte. Ni en esos propios países están tan preocupados tanto de ellos como acá en Chile. ¿Lo más chistoso de todo? Nadie toca a China, donde las violaciones a los derechos humanos son masivas, donde existe el trabajo infantil, y en donde todo intenet y las redes sociales están censuradas. Claro, sería «de roto» cuestionar a los comunistas con plata y que son socios comerciales
3) El nazi José Antonio Kast
Que no existan dobles lecturas: José Antonio Kast es un psicópata fanático religioso que no puede tener tribuna. Un fascista que desprecia los derechos humanos, que odia a las mujeres, defiende la desigualdad social, quiere meter preso a los mapuche sin pruebas ya que para él todos son terroristas, hace constante apología a la Dictadura al punto de negar los abusos que se cometieron en ella, y si llega al poder establecerá un Supra-Estado Policial con todos los pobres bajo sospecha permanente, cada vez con menos derechos, y donde Carabineros y Militares serán autoridades máximas a las que ni siquiera se les podrá mirar feo. Al fascismo no se le discute, se le destruye. A José Antonio Kast y su discurso tenemos que destruirlo ahora.
4) Las mentiras de Piñera sobre su Gobierno
Que en el debate organizado por la prensa nadie haya encarado a Piñera por seguir mintiendo sobre las falsas cifras que siempre entrega sobre su gobierno sobre reducción de la pobre, reducción de la delincuencia y aumento del empleo, habla nuevamente pésimo del periodismo nacional y del formato de «debate». De hecho, el único que le dijo en la cara a Piñera que estaba mintiendo fue MEO.
5) Derrotar la Hegemonía Cultural
El punto más importante de todos para los que se autodenominan «de izquierda». Si hablamos de estrategia, tanto para conquistar el poder como para destruirlo, antes que cualquier cosa debemos romper con la hegemonia cultural impuesta a través de los medios burgueses. Por ejemplo: Tanto en el debate de ayer como en cualquier otra ocasión, el tema de la delincuencia fue bastante discutido, pero siempre desde el punto de vista del castigo. Romper con la hegemonía cultural burguesa implica dar una vuelta de tuerca y buscar el origen de los problemas. En el caso de la delincuencia, en vez de seguir proponiendo «mano dura», un absurdo considerando encarcelando personas no disminuye la delincuencia, tenemos que apuntar al origen de la delincuencia, como es la Desigualdad Social. Basta ver que las cárceles están llenas sólo de gente pobre, y no precisamente porque los ricos no cometan delitos
Otro ejemplo es el supuesto terrorismo de Araucanía. Terrorismo es lo que pasa en España, Francia o Inglaterra donde ponen bombas a objetivos civiles con el único propósito de hacer daño. En Chile no existe terrorismo, en el peor de los casos existen delitos. Y esto considerando si es que de verdad son los mapuches los que queman los camiones y no son autoatentados como los hemos visto en innumerables ocasiones. La desesperacíon de algunos para que exista terrorismo en Chile solo tiene dos grandes objetivos. Primero, defender el negocio de las empresas forestales de Matte y Angelini que son grandes financistas de campañas políticas, ya que si le quitas el discuro del «terrorismo» a los mapuche, lo que queda es la justa reivindicación por tierras y la defensa a la naturaleza, dos cosas que atentan directamente contra los intereses de las forestales. Segundo, implantar la existencia de un enemigo interno para distraernos de los verdaderos problemas que tiene el país como son la Desigualdad Social y la corrupción Política/Empresarial. Ni hablar por supuesto, de que mantener a las personas asustadas es una forma de control social. La famosa «Doctrina del Shock»
Si como clase trabajadora, si como personas autodefinidas de «izquierda», (anarquistas, marxistas, comunistas, socialistas, frente amplistas y nuevo mayoristas), no comenzamos a subvertir la hegemonía cultural impuesta por la burguesía, y seguimos debatiendo dentro de su misma dinámica sin cuestionar el origen de las cosas, estamos completamente derrotados incluso antes de intentar participar