Después que el Dr Ricardo Soto fuera sacado de pantalla por recomendar el consumo del MMS catalogándolo en pantalla como «el mineral milagroso», vale la pena recordar los graves peligros de las pseudoterapias que se promueven en los matinales de la televisión. Al respecto, un artículo de los divulgadores científicos Etilmercurio detalla:
La intervención del doctor Soto incluyó críticas a la forma en que trabaja la comunidad científica y a los métodos que esta utiliza. Según él, el MMS es un producto utilizado hace ya largo tiempo por la población e incluso recetado por algunos médicos que deben permanecer en el anonimato. Sin embargo, reconoce no tener evidencias sobre su efectividad, y justifica este déficit en que investigaciones de este tipo de no serían «rentables para la industria farmacéutica». Resulta frecuente que las declaraciones del médico Ricardo Soto generen rechazo en la comunidad científica por diversas razones. Pero en este caso en particular, haremos hincapié en la irresponsabilidad que implica llamar a la población a consumir MMS. ¿Por qué está mal que consumamos este producto? No hay que ir demasiado lejos para responder estas interrogantes.
El Instituto de Salud Pública, en octubre de 2012 , informaba lo siguiente: Este compuesto, en solución acuosa, se transforma en ácido cloroso, que se degrada a su vez a dióxido de cloro. Tanto el clorito de sodio, como el dióxido de cloro son productos químicos que se usan como ingredientes de desinfectantes y pueden tener otros usos industriales. Ambas sustancias poseen una acción oxidante fuerte y su consumo directo en esas condiciones puede producir dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea, intoxicaciones, falla renal y metahemoglobinemia.
El 14 de mayo de 2010, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) publicó, en su página web, una alerta sobre medicamentos ilegales relacionada con la comercialización, a través de internet, de un producto denominado MMS (Miracle Mineral Suplement), una solución de clorito sódico, señalando el daño que puede producir en los pacientes; considerando lo anteriormente mencionado, la AEMPS ordenó que se procediera con el retiro del mercado de todos los ejemplares del citado producto.
Este mismo producto fue objeto de polémica en Estados Unidos y en Canadá. En 2015, un vendedor de la «Miracle Mineral Solution», Louis Daniel Smith, fue condenado por la justicia de Washington por vender este producto por internet asegurando que curaba una serie de enfermedades. Por su parte, el Gobierno de Canadá emitió un comunicado el año 2014 alertando sobre el peligro de consumir el MMS, que contiene clorito de sodio, un blanqueador y desinfectante industrial que puede provocar severos problemas de salud si es consumido por personas. Además, en Chile, el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac) denunció en 2016 a una empresa distribuidora del MMS, MMS-Prime, por publicidad engañosa.
El médico Ricardo Soto confirma esta realidad cuando asegura en pantalla lo siguiente: «yo no usaría en mi hija, para un resfrío, para una diarrea simple, esto. No, porque no hay muchos estudios, no es considerado un fármaco, hay precauciones, hay contraindicaciones». Siguiendo esta línea, no faltaría mucho para que los programas televisivos revivan prácticas desechadas por su toxicidad como el consumo de arsénico para tratar enfermedades. Por cierto, el nombre de «Miracle Mineral Solution» fue acuñado por Jim Humble en su libro (autopublicado) en 2006: The Miracle Mineral Solution of the 21st Century. Actualmente en su sitio web el autor declara que «la información contenida en este libro es estrictamente con fines educativos. Nada en este libro pretende ser consejo o tratamiento médico».
¿Cuál es el límite ético de un profesional médico que tiene la posibilidad de llegar a tantas personas con información de la cual reconoce no tener evidencias? ¿Dónde queda la responsabilidad editorial de Canal 13 y de los productores y conductores del programa que permiten la emisión de contenido peligroso para la salud de la población? Hacemos un llamado urgente a que los medios masivos de comunicación revisen la calidad y la seriedad de sus mensajes e invitados. Nos parece irresponsable que la televisión, que tiene una amplia llegada en la ciudadanía, transmita contenidos que pueden dañar la salud y la calidad de vida de las personas abusando de la autoridad que le da a alguien el tener el título de médico. En Chile existen profesionales de la salud responsables, instituciones públicas, universidades e institutos de investigación científica que cuentan con información actualizada y sustentada en evidencias que pueden hablar con propiedad de las diversas inquietudes que tiene la población en materias de salud.
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