Podrán tener 100 mil guaguas lloronas con la cara de Annabelle y otras 200 mil con la cara de la cabra chica de El Exorcista vomitando verde todo el día, y aún así no solucionarán en nada el problema de maternidad adolescente que hay en Chile. El tema pasa por dar una educación sexual como corresponde, no hacer campañas weonas y pechoñas. No sacan nada con mostrar lo asquerosas que son las guaguas si no advierten cómo se hacen.