La diputada de la UDI Claudia Nogueira, más conocida como «La Cisarra» por su amplio prontuario delictual, de manera que no sorprende, también está involucrada en el robo que realizan Diputados y Senadores a través de las falsas Asesorías Parlamentarias. Un artículo de Ciper Chile detalló la manera en que Nogueira desfalcaba al Estado entregándole millones a sus cercanos con cargo al Congreso.
Los ocho informes de la diputada Claudia Nogueira (UDI) que registran plagio fueron recibidos por la legisladora entre marzo de 2014 y noviembre de 2016. Los documentos fueron elaborados por distintos asesores. Dos de ellos aparecen firmados por Álvaro Lavín Aliaga, socio del esposo de la parlamentaria, el ex alcalde Gonzalo Cornejo, en el Centro de Estudios Sociales y Ciudadanos. Esa es la una de las sociedades que emitió boletas que fueron rectificadas por Corpesca, la pesquera del Grupo Angelini, porque sirvieron para financiar ilegalmente la política. Lavín Aliaga, además, fue el administrador municipal en Recoleta mientras Cornejo era el alcalde.
Los dos informes de Lavín Aliaga pagados en marzo y abril de 2014 ($720 mil por cada uno) son curiosos, tienen una extensión de una página y media y allí se presentan “minutas” de proyectos de ley, cuyos párrafos fueron copiados de los proyectos originales. Además se adjunta una breve descripción de reuniones a las que el asesor habría acompañado a Nogueira, aunque no hay ningún documento que compruebe esos trabajos.
Nogueira tiene además otros tres informes cuestionados, los que fueron firmados por Lily Zuñiga en abril, mayo y junio de 2014. Según declaró Zuñiga ante la Fiscalía, se trató de asesorías fantasmas que justificaron desembolsos por $4,2 millones. La parlamentaria suma además informes con plagio parcial de la Fundación Jaime Guzmán y de Pablo Urquizar Muñoz.
En 2010 la diputada Nogueira fue formalizada por la Fiscalía luego que se comprobara que desvió $28 millones destinados a asignaciones parlamentarias a una cuenta personal que posee con su marido (el ex alcalde de Recoleta, Gonzalo Cornejo). De ese entuerto solo logró zafar llegando a un acuerdo con el Ministerio Público que implicó la devolución del dinero.
Y estos delincuentes rematados son los que piden «mano dura» contra la delincuencia. Deberían aclarar que sólo la piden para encarcelar a los pobres