La elite conservadora que jamás ha trabajado ya que obtuvo su riqueza robando en Dictadura siempre ha hecho lo mismo: Oponerse a TODOS los avances democráticos y de derechos que beneficien a la mayoría, pero una vez aprobados siempre son los primeros en utilizarlos. El ejemplo más emblemático de esta hipocresía es la Ley de Divorcio, donde TODOS los políticos de ultraderecha se opusieron pronosticando «el fin de la moral del país y de la familia». ¿Qué pasó después? Una vez aprobada fueron los primeros en divorciarse, siendo el caso más emblemático el del ex adicto a la cocaína y siempre perdedor Andrés Allamand.
Por eso es que no nos debería sorprender para nada que el candidato de ultraderecha José Antonio Kast, a pesar de siempre haberse opuesto a la Ley Zamudio, incluso acudiendo hasta al Tribunal Constitucional para evitar su aprobación, ahora recurrió a ella para para presentar una demanda por «discriminación» en su contra de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), luego de que no lo invitaran a la reunión que si tendrán con los otros candidatos presidenciales, donde tampoco fue invitado Piñera.
- Un cuico millonario denunciando discriminación… Estos weones no durarían ni un día viviendo como lo hace la mayoría
- ¿Terminan de entender que la derecha es y siempre será enemiga del pueblo? No son más que una manga de hipócritas cuyo único interés es mantener sus privilegios basados en el robo y la explotación