Cuando se habla de Democracia, cierto sector, de manera conveniente, lleva toda una vida mintiéndonos al establecer al acto de votar como la «única» y «más importante» forma de hacer Democracia, reduciendo toda la política a marcar con un lápiz cada 4 años quién crees que «te cagará menos». El punto es que el voto es una acción dentro de todo un contexto más complejo y la política es MUCHO más amplia que votar.
Cuando tenemos una educación que produce analfabetos funcionales sin pensamiento crítico, cuando las personas son explotadas al punto de vivir para trabajar donde no les queda tiempo para nada más, cuando tenemos a los medios masivos alienando a las personas para que defiendan intereses que no son los suyos, el acto de votar pasa segundo plano. Explicado de otra forma, los partidos y organizaciones de «izquierda» que participan en las elecciones dentro de la Democracia Representativa parten perdiendo 3 – 0. Y si a lo anterior le sumamos que la derecha mas encima cuenta con el apoyo económico de los grandes empresarios, aumenten la diferencia a 5 – 0.
¿A qué vamos con todo esto? A que no hay que ser un experto en ingeniería política para determinar que en las próximas elecciones presidenciales lo más probable es que gane Sebastián Piñera. Más allá que sea un delincuente, que quiera quitar derechos y que mienta constantemente sobre los supuestos logros de su Gobierno. Ganará porque existe todo un sistema económico, social y comunicacional que promueve la ideología de la ultraderecha.
Para demostrar este punto, utilizaremos como ejemplo las respuestas a un tuit de «Hecho en Casa Fest», la organización que trajo al Pato Gigante. Y es que si las personas no pueden entender un simple tuit, no nos podemos sorprender que en Chile voten por un presidente que Gobernará para el 1% más rico y en contra de la clase trabajadora.