Seamos claros: TODAS y cada una de las cifras que entrega Piñera sobre su Gobierno son mentira. Por ejemplo: No bajó la delincuencia, no redujo la pobreza, no aumentó el empleo, no eliminó las listas de espera AUGE y no hizo nada con el supuesto «crecimiento». El hecho es que estamos en presencia de un mitómano compulsivo, que como no tiene argumentos para que voten por él, lo único que le queda es mentir para apelar a la ignorancia de las personas. Todo esto, con la asquerosa complicidad de los periodistas vendidos chilenos. (Salvo honrosas excepciones que cada vez que lo increpan pierde el control).
En este contexto, y considerando que hasta El Mercurio desmintió los supuestos «éxitos» de su Gobierno, no debería sorprenderle a nadie que el gráfico que mostró Piñera ayer en el debate, no sólo resultaba gracioso por lo absurdo de sus proporciones, (donde 22 es menos de la mitad de 27), sino que de manera predecible, presenta cifras que son una soberana mentira. Una nota de Radio Bío Bío detalla al respecto:
La estadística mostraba los datos de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC), con cifras de victimización en hogares conforme a los últimos 12 meses de la realización de cada estudio, que están disponibles en el sitio de la Subsecretaría de Prevención del Delito. Sin embargo, el gráfico contenía algunos errores. El primero y más evidente, es la desproporción de las cifras. De acuerdo a las barras del cartel, un 22,8 (en azul) se ve de un tercio del 30,7. En la realidad, un tercio de 30,7 es 10,2.
El segundo es un poco más difícil de detectar. Piñera sostiene que en 2013, durante su mandato, la victimización llegó al 22,8%. El número está malo, ya que las cifras oficiales revelan que fue más alta, totalizando un 24,8%. El tercero no es un error propiamente tal, pero sí una omisión, que afecta a la interpretación del gráfico. Piñera compara la cifra (errónea) de 2013 con las de 2010 y de 2016, donde se llegó al 30,7% y 27,3% respectivamente (como bien expresa el cartel). Pero ocultó los datos de victimización de 2011, registrada en el segundo año de su gobierno. La ENUSC de 2011 reveló que se alcanzó el 31,1%. Si se observa en perspectiva desde 2010 a 2016, de acuerdo a los mismos datos oficiales que el candidato expuso en el debate, la victimización más alta del periodo se alcanzó precisamente en 2011, durante el gobierno de Sebastián Piñera.
Hablando en serio, ¿nadie va a cuestionar que un candidato presidencial mienta de manera tan descarada? ¿Por qué tenemos que aceptar que nos gobierne un tipo tan inmoral? Hablemos todo lo que queramos de la «democracia», pero es un hecho que si un mitómano compulsivo como Piñera sale presidente no puede tener ninguna autoridad sobre nosotros
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