En lo que es una completa burla para las numerosas víctimas del sacerdote pedófilo Fernando Karadima, minutos después del «perdón» que pidió el Papa Francisco por los abusos a menores cometidos por los sacerdotes de la Iglesia Católica, una foto mostró al cuestionado Obispo de Osorno Juan Barros, uno de los principales cómplices y encubridores de Karadima, siendo parte de la misa realizada en el Parque O’higgins, a pesar de las múltiples protestas en su contra.
En conversación con Radio Cooperativa, José Andrés Murillo, una de las víctimas de los abusos sexuales de Karadima, señaló: «Por un lado hay una palabra muy sentidas, pero por el otro, hay una acción muy significativa que es poner al Obispo Barros. El Papa podría haber removido, en las mismas palabras que dijo en La Moneda, al Obispo Barros, y no lo hizo, no lo hizo no es porque no tenga el poder, sino porque no tiene la convicción ni la voluntad de hacerlo».
En una línea similar, el vocero de los Laicos de Osorno, Juan Carlos Claret, también cuestionó lo expresado por el Papa: «No basta con decir ‘estoy arrepentido’, ‘pido perdón’, si no se actúa coherentemente con este arrepentimiento. Si el papa viene a Chile y no saca a los tres obispos acusados de encubrir que supuestamente él quería sacar, pero no pudo, ese perdón no es auténtico. Si no hay cambios institucionales que posibiliten la prevención del abuso, es un perdón que no es auténtico. Si no hay un encuentro con las víctimas, no es auténtico»
¿Ven que la única iglesia que ilumina es la que arde?