Por si quedaban dudas de que toda la Operación Huracán fue un montaje de Carabineros para encarcelar a mapuches sin pruebas, un artículo de Ciper Chile reveló aún más evidencia sobre este fraude. Se trata de correos de Carabineros al «Hacker Sureño», (que quedó claro que también está mintiendo), con mensajes que después fueron «encontrados» de manera textual en los celulares de los acusados cuando ya se encontraban detenidos. Además, muchas conversaciones se repetían en las diferentes aplicaciones de mensajería, y lo más grave y absurdo, «conversaciones» entre los mapuche donde uno preguntaba una cosa por Whatsapp y el otro le respondía por mensaje de Facebook. Parte del artículo señala:
El mismo día y hora en que personal de inteligencia de Carabineros periciaba los celulares de los dirigentes mapuche detenidos el 23 de septiembre, el capitán Leonardo Osses envió por correo electrónico a Álex Smith, creador del software “Antorcha”, un archivo de texto con supuestas conversaciones entre Héctor Llaitul y otros implicados en la causa. Son los mismos diálogos que luego aparecieron en archivos .txt en los celulares de Llaitul. Tres peritajes indican que los archivos no son de mensajería instantánea y que habrían sido puestos en los teléfonos tras la incautación de la policía.
CIPER analizó y comparó el contenido del archivo Llaitul.txt –el mismo que Osses le envió a Smith pasadas las 21.00 hrs del 23 de septiembre–, con los chats que aparecieron en los teléfonos incautados de algunos de los dirigentes mapuche. Esos mismos mensajes fueron utilizados un día después como evidencia en el control de detención y posterior formalización de los ocho comuneros. El resultado: el trasvasije de mensajes es textual.
A fines de 2017, cuando ya los imputados en la “Operación Huracán” estaban en libertad, el Ministerio Público intensificó sus sospechas sobre los chats entregados por la policía uniformada. A fines de diciembre recibieron un peritaje encargado a la Unidad Especializada en Lavado de dinero, Delitos Económicos y Crimen Organizado (Ulddeco) que determinó que los mensajes .txt encontrados dentro de los celulares de varios de los imputados en la causa no correspondían a archivos de mensajería instantánea, y que incluso algunos de ellos habían sido creados cuando los dirigentes mapuche ya estaban detenidos. Esa conclusión fue corroborada por otros dos peritajes, uno de la Policía de Investigaciones (PDI) y otro de un experto informático de la Universidad de Santiago (Usach).
En una carpeta de uno de los celulares de Héctor Llaitul –marca Lenovo modelo A319, pantalla trizada–, figura el mismo archivo de texto (con la misma extensión txt) enviado por el capitán Osses al “profesor” Smith la noche del 23 de septiembre. Aunque en el aparato Lenovo de Llaitul el archivo –ubicado en el directorio del programa de mensajería instantánea Telegram– está con la denominación Text.txt, allí aparecen los mismos mensajes y en el mismo orden en que se encuentran en el archivo Llaitul.txt. En conversación con CIPER, el capitán Leonardo Osses no dio respuesta sobre el por qué envió la noche del 23 de septiembre un correo electrónico a Álex Smith con los chats de Héctor Llaitul, los mismos que luego aparecieron en un archivo .txt en uno de sus teléfonos.
El intercambio de mensajes alojado en el teléfono de Llaitul parte con un diálogo entre “matute” y “negro”. El mismo diálogo aparece en el archivo Llaitul.txt enviado por Osses a Smith, solo con la diferencia de que en ese documento “matute” es identificado como Jorge Huenchullán y “negro” como Héctor Llaitul. Las pericias encargadas por la Fiscalía luego que estallaran las sospechas sobre las pruebas entregadas por Carabineros ponen en entredicho este diálogo. Según el archivo Texto.txt del celular Lenovo de Héctor Llaitul, esta conversación se habría generado en Telegram (o al menos ese archivo estaba alojado en una carpeta de esa aplicación), pero en el celular de Martín Curiche, otro archivo del mismo tipo, y con el mismo texto, estaba guardado en una carpeta de Facebook Messenger. Es decir, según la inteligencia de Carabineros, este chat habría sido inter plataformas: mientras Llaitul conversaba desde Telegram, Curiche lo hacía desde Facebook.
Fiscal Carlos Palma, de Aysén, quien asumió la investigación de todas las aristas de la “Operación Huracán”. La indagación del Ministerio Público también detectó que en el celular de Martín Curiche había, al menos, tres archivos .txt casi idénticos, dos guardados en carpetas de Facebook y uno en una carpeta de Whatsapp, por lo que el comunero habría realizado las mismas conversaciones en dos aplicaciones distintas. El resultado sería que el diálogo con Llaitul se habría producido en Whatsapp, Telegram y Facebook. Lo que resulta aún más incomprensible es que, de acuerdo a las pericias del Ministerio Público, el celular de Curiche no tenía instalado Telegram, y el de Llaitul no tenía instalado ni Whatsapp ni Facebook.
Uno de los archivos .txt alojados en carpetas de Facebook en el teléfono móvil de Martín Curiche registra como fecha de creación el 23 de septiembre de 2017 a las 23:35 horas, es decir, cuando su propietario ya estaba detenido y su celular era periciado por funcionarios de Carabineros. El otro archivo de texto que apareció en una carpeta de Facebook figura con la misma fecha de creación, pero seis minutos antes. El tercer archivo de texto de ese celular –supuestamente de Whatsapp–, fue creado el mismo 23 de septiembre a las 21:50 horas.
- ¿Se imaginan si los pacos de mierda no fueran unos sacos de wea? Efectivamente habrían personas inocentes encarceladas y acusadas de terrorismo. De hecho, cabe preguntarse cuántas personas actualmente hay encarceladas por montajes de Carabineros
- El debate que viene es preguntarse a quién beneficia encarcelar a mapuches con pruebas falsas. Y es ahí cuando saldrá toda la mierda a flote, partiendo por las empresas forestales que tienen comprado a todo el poder