Repasemos la historia: Un horrendo facho de la PUC, psicópata como todos los seguidores de José Antonio Kast, no encontró nada mejor que burlarse y acosar a una estudiante por ser madre soltera. Cuento corto, la niña denunció el hecho por Facebook, la nota se viralizó y el gusano cobarde se vio obligado a cerrar todas sus redes sociales. Para alegrar mayor felicidad a la debacle de este engendro, el Movimiento Gremial lo echó de su organización.
Imaginen la basura humana que debes ser para que ni siquiera los gremialistas te quieran en sus filas… Ahora falta que lo echen de la PUC y la felicidad es completa