Tal como lo prometió Piñera en su campaña, (página 149 de su programa), sin que nadie lo pidiera, y que abre serias sospechas sobre las intenciones detrás de esto, a través de una consulta pública, el Servicio Electoral (Servel) dio el primer paso para la implementación del voto electrónico en Chile. Como detalla Cooperativa, en esta consulta se da un plazo entre el 13 de marzo y el 2 de abril para que las empresas interesadas entreguen sus propuestas de modelos de votos electrónicos disponibles y se fijó un cronograma para elaborar las bases de licitación. Éstas serán publicadas en julio y adjudicadas en agosto, con lo cual el desarrollo del prototipo de voto electrónico podría estar operativo el 30 de octubre.
Más caro, más lento y menos transparente
En entrevista para El Desconcierto, Romina Garrido de Datos Protegidos y Pablo Viollier de Derechos Digitales, explicaron por qué migrar a este nuevo sistema no es precisamente una buena decisión. Respecto al actual sistema de sufragio en Chile, los expertos indican que es un mecanismo que funciona y tiene validación internacional. Para Viollier, un detalle muy importante es que en nuestras votaciones la sociedad en su conjunto participa de la fiscalización del proceso:
“Acá aplica el dicho ‘si no está roto, no hay para qué arreglarlo’, porque la implementación del voto electrónico introduce una serie de variables que ponen en entredicho no solo la seguridad, sino también la transparencia de las elecciones, porque este voto es rastreable y verificable. Porque desde el momento en que se imprime, siempre hay muchos ojos fiscalizando físicamente que los votos se establezcan de forma correcta. El actual sistema es sumamente eficiente donde es muy dificil que se produzca un fraude electoral. Con el voto electrónico tu reemplazas esta fiscalización social por una caja negra a la que solamente tiene acceso la empresa que se ganó la licitación. Al incorporar un componente informático, lo que tu haces es cambiar un sistema seguro por uno que introduce nuevas vulnerabilidades“.
Para la abogada de Datos Protegidos, un tema igual de importante que la validación social del sistema es la seguridad digital, argumentando que en Chile existe una regulación muy precaria en relación a este tema.
“Hay problemas bien delicados en cuanto al tratamiento de los datos de las personas del padrón electoral y en el país tenemos polémicas y casos no resueltos respecto a la publicación de éstos. Con este sistema electrónico que se propone es difícil poder garantizar la confidencialidad y el secreto del voto. “Podría prestarse para descubrir las tendencias políticas de las personas, porque hoy se disocia de manera muy simple tu papeleta del numero de ella. Con sistemas electrónicos, hacer esa disociación, si bien es simple, también es muy fácil volver a vincular la intención del voto con la persona que lo emitió”
“Hoy no tenemos ningún problema con la gestión del voto mismo. Es increíble que cuando hay elecciones en Chile los datos están en dos horas, y ya puedes tener tendencias. No hay niveles de corrupción en ese sentido, entonces estas compras tienen que estar muy bien justificadas. En Chile tenemos una norma que tiene mas de 10 años y recién se sometió a consulta pública una norma que sube esos estándares. Si el estado primero no hace más robusta su infraestructura digital, no es posible ponerse a hablar de sistemas que de por si son una gran tentación para la industria o los políticos de vulnerarlos para poder manipular elecciones de alguna forma“
- Con el robo de datos que existe hoy en día, ¿qué podría salir mal?… El voto electrónico es un retroceso ya que es inventar un problema donde no lo hay. Esto claramente responde al lobby de ciertas empresas y ni hablar del evidente riesgo de fraude que se abre
- Dentro de las pocas cosas de las que se puede jactar Chile es de sus elecciones que son transparentes, confiables, rápidas y envidiadas en todo el mundo… Y ESTOS WEONES LO QUIEREN CAMBIAR. Estamos completamente cagados