Tras el escándalo de la última primera vuelta presidencial, donde quedó en claro que todas y cada una de las encuestas estaban manipuladas para inflar a Sebastián Piñera y la derecha, algo no menor considerando que muchos votaron por Alejandro Guillier en vez de Beatriz Sánchez pensando que era «poco competitiva», y que fácilmente pudo cambiar el resultado de las elecciones, uno esperaría que las encuestas estuvieran muertas y completamente desacreditadas. Pero como estamos en Chile, y la derecha tiene el monopolio ideológico de los medios masivos, siguen mintiendo todas las semanas haciendo propaganda defendiendo sus intereses.
Para ejemplo un botón: En un mes marcado por pasar la retroexcavadora a favor de los ricos, en la misma semana en que Sebastián Piñera tuvo un 60% de aprobación y apenas un 25% de rechazo en la encuesta CADEM, (cuyos responsables son asumidamente de derecha y piñeristas), en la encuesta de CERC-MORI, ligada a la Concertación/Nueva Mayoría, le dieron al Gobierno de Sebastián Piñera un 44% de aprobación y un 38% de rechazo.
Es IMPOSIBLE que dos encuestas entreguen resultados tan diferentes. El fraude de las encuestas y su evidente manipulación es un soberano chiste, sólo en Chile pueden seguir siendo noticia y estableciendo pautas sin que los medios masivos las cuestionen