Más de 30 obispos chilenos presentaron sus renuncias ante el Papa Francisco después de haberse reunido con él durante tres días en el Vaticano. Como informa Infobae, a través de un documento de 10 páginas acusó a toda la iglesia chilena de cometer graves errores y omisiones en la gestión de los casos de abusos, sobre todo en relación al caso de Juan Barros, acusado de encubrir al sacerdote pedófilo Fernando Karadima. Un artículo de APnews detalla:
La conferencia episcopal chilena presentó su renuncia en bloque el viernes por un escándalo de abusos sexuales y su encubrimiento. La dimisión es la mayor consecuencia hasta la fecha del largo historial de abusos en la Iglesia católica. Tras una reunión de emergencia con el papa en Roma, 31 obispos en activo anunciaron la firma de un documento en el que ofrecen su dimisión y ponen su destino en manos del pontífice. Francisco puede aceptar su renuncia una por una, rechazarlas o demorar su decisión.
Esta es la primera vez en la historia que una conferencia episcopal al completo presenta su dimisión por un escándalo, y pone de manifiesto el daño que el caso ha provocado no solo en la Iglesia católica en Chine sino en el conjunto de la institución. El papa había acusado a la jerarquía eclesiástica chilena de destruir evidencias de delitos sexuales, de presionar a los abogados de la Iglesia para reducir las acusaciones y de “grave negligencia” en la protección de los menores ante los sacerdotes pedófilos.
En un demoledor documento de 10 páginas entregado a los obispos del país sudamericano durante una cumbre esta semana, Francisco apuntó que los obispos eran colectivamente responsables de los “graves defectos” en el manejo de los casos de abusos y de la consiguiente pérdida de credibilidad de la Iglesia católica. Francisco había convocado a toda la conferencia episcopal chilena a Roma tras reconocer que había cometido “graves errores de juicio” en el caso del obispo Juan Barros, a quien las víctimas del sacerdote Fernando Karadima acusan de haber sido testigo de los abusos y no denunciarlos.
En entrevista para Radio Bío Bío, Juan Carlos Cruz, víctima del sacerdote pedófilo Fernando Karadima, manifestó: “Esto no fue una cosa que nació de ellos, o si no estaríamos en lo mismo. Me parece extremadamente bueno, al fin una medida concreta. Que se vayan estos delincuentes pronto de la jerarquía”. Si bien los obispos agradecieron a las víctimas, Cruz aseguró que “las palabras de estos hombres me dan lo mismo. Durante años, ellos han sido los causantes del dolor de las víctimas. Ellos tienen sangre en las manos, ellos se tienen que ir”. Por su parte, José Andrés Murillo, otra víctima de Karadima, expresó a través de las redes sociales: «Por dignidad, justicia y verdad: váyanse todos los obispos. Delincuentes. No supieron proteger a los más débiles, los expusieron a abusos y luego impidieron justicia. Por eso, solo merecen irse»
- Esto no debe quedar acá, se debe hacer justicia y determinar la culpabilidad de cada obispo de la iglesia. De hecho, de partida tenemos que ver si les «aceptan su renuncia»
- A diferencia de Estados Unidos, donde la iglesia y su pedofilia cayó por investigaciones periodísticas, en Chile los únicos responsables de esto fueron los sobrevivientes de Karadima que lucharon durante años para sacar la verdad a luz, el mérito es sólo de ellos
- Esta es la iglesia que constantemente dicta pautas de moral sobre lo que debe hacer o no el país, y a los que a los medios masivos derechistas les encanta citar ya que defienden sus intereses. Una tropa de delincuentes violadores de niños