¿Recuerdan la noticia de la renuncia del hijo tonto de Andrés Chadwick? ¿El mismo vago que había sido apitutado en el Gobierno con un sueldo de 5,5 millones a pesar de jamás haber trabajado? Bueno, resulta que al final, de manera predecible considerando que estamos hablando de personas en situación de burguesía, jamás renunció por «decencia», fue por un reclamo de Contraloría. Una nota de El Desconcierto explica:
Este lunes se conoció que el día previo a que se oficializara su salida, la Contraloría General de la República realizó una serie de objeciones al vínculo laboral y la remuneración que La Moneda estableció con el productor audiovisual, según consigna La Tercera. El meollo de todo es el título profesional de Chadwick, quien estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad de Palermo (Buenos Aires), carrera que no fue homologada en nuestro país por lo que, para efectos prácticos, el hijo del titular de Interior sólo tiene aprobado cuarto medio.
En el documento emitido por el ente fiscalizador se señaló que, para cumplir con la legalidad, no se le podría haber mantenido el salario asignado a Chadwick Costa, que en rigor era de $4,7 millones brutos (y no $5,5 millones como figuraba en Transparencia). Esto porque, según la normativa vigente, el grado más alto que se le podía asignar en la modalidad contrata en Presidencia es un grado 4°, el cual tiene un monto bruto de $3.531.804. Pero como Chadwick carece de un título profesional validado en Chile, se le debía descontar la asignación profesional, que corresponde a $472.274. Además, en su caso no se podría aplicar el DL. 1608, normativa del Ministerio de Hacienda que establece una excepción para homologar al grado más alto a personas altamente calificadas, que en Presidencia llega a $3.979.941. Sin embargo, para establecer altas competencias calificadas, la Contraloría exige al menos un título profesional.
Que una persona no tenga título no significa nada, (de hecho en GAMBA casi nadie tiene cartón y de igual forma nos convertimos en el medio de información más importante y carismático de Chile), lo que tenemos que resaltar acá es la indecencia de los cuicos acostumbrados a mentir, en el caso el hijo tonto de Chadwick, que escribió una lacrimógena carta de renuncia victimizándose y al final resultó que lo echaron cagando