No suficiente con el aumento de la cesantía, de la precarización laboral y de los despidos masivos, un artículo de Radio U de Chile reveló que más encima, en los primeros 6 meses del 2018 creció en un 56% la liquidación de empresas. Parte del artículo señala:
Preocupación está causando la seguidilla de empresas nacionales que se han declarado en quiebra estos últimos meses. Las voces de alerta apuntan principalmente a las consecuencias que esto tiene: el desempleo que afecta a miles de personas que se desempeñaban en estas compañías. Los números son claros. Recientes indicadores dados a conocer por la Superintendencia de Insolvencia y Reemprendimiento muestran que la liquidación de empresas aumentó un 56% este año, comparado con igual período de 2017. Así, grandes industrias como la fábrica de Containers Maersk, Constructora CIAL, Pastas Suazo, la azucarera Iansa de Linares, entre otras, ya anunciaron el cierre definitivo de sus cortinas.
El economista del Centro de Estudios Nacionales de Desarrollo Alternativo (CENDA), Manuel Riesco, señaló que el capital especulativo abunda en recurrentes períodos de crisis económica, pero se retira cuando las economías centrales se recuperan. Esto afecta a las empresas deudoras, que ya no renegocian sus deudas, crecidas adicionalmente por la devaluación monetaria. Para Riesco, “en el periodo de vacas gordas, plata dulce, cuando bajan los capitales especulativos, las empresas se sobreendeudan y una parte significativa lo hace en moneda dura, como el dólar o el euro. Cuando se retiran estos capitales no les renegocian las deudas y estas compañías se ven en serias dificultades. Esto se profundiza en un país como Chile, una economía completamente abierta y dependiente de los capitales especulativos, contribuyendo además la hegemonía que ostentan las corporaciones mineras que han impuesto una política que es favorable a los rentistas y no a los industriales. No hay protección para la industria, no hay protección para el mercado interno”, afirmó.
Marco Kremerman, investigador de la Fundación Sol, consideró que el fenómeno obedece al reacomodo del capital a nivel nacional e internacional. También, dijo, este problema responde a las luchas hegemónicas de los gobernantes de las principales economías del mundo: “Las empresas están reacomodando sus estrategias a nivel nacional e internacional. Podría ser que como hubo un ciclo complejo en el país en años anteriores, en el sentido de que se creció poco, recién están reestructurando sus planes de inversión, con una suerte de rezago. Lo que sin duda no pasó fueron los tiempos mejores que se preveían, con expectativas más beneficiosas en términos económicos para este período; no necesariamente esto se traduce en más empleos, de mejor calidad y en que las empresas estén contratando más”, subrayó.
A ese contexto se suman los masivos despidos ocurridos en empresas como Movistar o compañías ligadas a las comunicaciones, como Canal 13 y Copesa, donde el diario La Hora y las revistas Paula y Qué Pasa han bajado la cortina. Para Marco Kremerman, esto obedece a una escalada de tercerización de funciones, donde los subcontratistas, muchas veces ligados a grandes conglomerados, se están haciendo cargo del recurso humano, reduciendo su número para llegar al eventual objetivo de disminuir costos.
- ¿Toda esta debacle económica es responsabilidad de Piñera? Por supuesto que no, ya que la economía mundial depende de un par de países y las grandes transnacionales. El tema es que toda la derecha mintió e hizo campaña culpando a Bachelet y sus reformas de frenar el crecimiento. Crecimiento que por cierto, con tanta Desigualdad Social jamás ha servido para nada
- Por lo demás, el problema de fondo sigue siendo el mismo: La acumulación capitalista. O dicho de otra forma, el 1% más rico cada día es más millonario mientras todo el resto estamos cada vez más pobres y endeudados. Es imposible que avancemos como sociedad sin atacar los inmorales privilegios de la burguesía