Subiéndose de manera miserable al carro del fascismo, claramente para quitarle votos al neonazi de José Antonio Kast, el ex candidato presidencial Manuel José Ossandón, que de manera graciosa se declara «seguidor de la palabra de Jesús», propuso que los extranjeros en Chile no reciban ningún beneficio más allá de que paguen impuestos como cualquier persona en el país.
Primero que todo, destacar la asquerosa inmoralidad de Ossandón al declararse «seguidor de Jesús» y querer dejar sin derechos a personas sólo por ser extranjeros. En un ateo no sería problema, pero que lo haga alguien que se dice católico es una completa aberración. ¿Con qué cara estos infelices después van a misa? Lo de Ossandón es tan enfermo como repugnante. Segundo, acá podemos ver un claro ejemplo de los tres ejes en los que se sustenta el fascismo. La irracionalidad, la mentira y la xenofobia como método de distracción.
La irracionalidad: Si un extranjero en Chile paga el IVA hasta por comprar en chicle, si tiene trabajo le descontarán de su sueldo por salud. ¿Por qué no debería tener acceso a los mismos beneficios de cualquier otra persona? Si les niegan los beneficios también deberían descontarles todos los impuestos que pagan. Un absurdo
La Mentira: Exponer la votación de los diputados como «enemigos de los chilenos». Cualquier persona que no sea un fascista votaría a favor porque es ridículo que paguen impuestos y no tengan beneficios. Por lo demás: ¿Y los políticos que se niegan a subir el sueldo mínimo? ¿Los que defienden a los empresarios? ¿Los que no quieren dar educación gratuita? Ahí tienen a los verdaderos enemigos de los chilenos, y militan en el mismo sector político de Ossandón
La xenofobia como forma de distracción: El fascismo siempre buscará un enemigo a quién culpar por la pésima calidad de vida de la clase trabajadora, y en este momento, en todo el mundo están utilizando la xenofobia para apuntar a los extranjeros. Mientras tanto, el 1% más rico se caga de la risa y cada día es más rico y el 99% restante es cada vez más pobre.
¿En Resumen?
En una sociedad educada el fascismo no tendría oportunidad alguna de avanzar. Pero como en Chile y todo el mundo la socialdemocracia durante décadas se dedicó a robar y permitió que la educación fuera un negocio, ahora tenemos a millones de personas ignorantes, miedosas, irracionales y alienadas que son fácilmente manipulables por las emociones. El ejemplo es lo que pasó con la campaña de Piñera que sólo se basó en criticar a Bachelet y meter miedo con el «Chilezuela». Estamos hablando de gente que literalmente creyó mentiras a través de cadenas de whatsapp.
El fascismo avanza en todo el mundo, Chile no es una excepción y sinceramente no tiene para cuando parar. ¿La única esperanza de frenarlo? 1) El Movimiento Feminista ya que las mujeres serán las primeras en perder derechos si se impone el fascismo. 2) Que aparezca un partido o coalición política de izquierda que comprenda que ya no hay espacio para la conciliación de clases, para que hasta el facho pobre más alienado de todos entienda que por primera vez van a defender sus intereses.