Primero que todo, dejemos en claro que jamás apoyaremos la pena de muerte. Primero, porque como medida no tiene efecto preventivo alguno. Segundo, porque en caso de error en el juicio no hay vuelta atrás. Y más importante, porque es una barbarie que implica un paso hacia la deshumanización de las personas que abre las puertas al fascismo.
Dicho lo anterior, resulta curioso que los mismos que quieren reponer la pena de muerte en Chile y los mismos que piden encarcelar a niños por robar un celular, sean los primeros en rasgar vestiduras por los dos zorrones que se encuentran detenidos en Malasia tras matar a una mujer trans, algo que ellos mismos reconocieron tras declararse culpables de homicidio culposo.
Y es que paremos al webeo, ¿Sólo porque son cuicos se convirtió en un tema país? Tengan por seguro que si fueran Juan Pérez de La Pintana y Byron Quintanilla de Lo Espejo esto ni siquiera sería tema. Peor aún, los mismos que ahora andan pidiendo «oraciones» estarían exigiendo que los mataran o encarcelaran de por vida ya que «se lo buscaron». Esta es otra expresión de la misma Desigualdad Social que hemos visto innumerables veces en este país: Un cuico cae en el cuento del tío y lo tratan de héroe, apuñalan a 3 mujeres en una marcha y no es tema. Martín Larraín mató a una persona mientras manejaba borracho y a su papá lo tenemos de panelista llamando a «castigar» el mal comportamiento de los jóvenes.
Los medios de información masivos son los encargados de decir quiénes son los buenos y quiénes son los malos. Los mapuche de Caso Luchsinger Mackay fueron condenados a 18 años de cárcel sin pruebas. ¿Vieron a los medios tradicionales hablando sobre esta injusticia? Por supuesto que no, pero han hecho esfuerzos sobrehumanos en presentarnos a los zorrones de Malasia de manera empática tratándolos poco menos que de «héroes». El poder y sus medios de comunicación siempre han dejado en claro que la vida de algunos vale más que la de otros. Para ejemplo están los niños del Sename, como son pobres a nadie les importa si mueren.