Habría que ser el emperador de los weones para creer que Sebastián Piñera votó por el NO. Primero porque estamos en presencia de un sinvergüenza acostumbrado a mentir, segundo porque la evidencia es contundente. El tipo no sólo fue partidiario del Golpe de Estado, se benefició directamente de la Dictadura, no movió un dedo para promover la campaña del NO, fue generalísimo de Hernán Büchi y defendió a Pinochet cuando fue detenido en Londres. Detallemos:
En el marco de la conmemoración de los 10 años de los atentados terroristas de Al Qaeda contra Estados Unidos, el economista estadounidense James S. Henry publicó una columna en la revista Forbes en la que llamó a recordar «El otro 11 de septiembre»: el del golpe que derrocó a Salvador Allende. «Recuerdo con gran claridad el golpe de Estado en Chile para 1973. En ese entonces asistía a un curso de economía para graduados en la Universidad de Harvard, que era dictado por uno de los discípulos del profesor de la Universidad de Chicago Milton Friedman, y uno de mis compañeros de estudios era Sebastián Piñera», señala el texto.
Henry define a Piñera como «miembro de una de las familias más antiguas de Chile y futuro millonario, propietario de la línea aérea Lan y, desde diciembre de 2009, presidente de Chile». El economista recordó que durante la clase del 11 de septiembre «Sebastián obtuvo de alguna manera la noticia de que el presidente Salvador Allende había sido derrocado», «estaba jubiloso» e incluso gritaba «¡Ganamos!». «Nuestro profesor de economía aparentemente compartía la felicidad de Sebastián. Como muchos otros economistas estadounidenses, él veía el golpe de Pinochet como una gran victoria para las doctrinas económicas neoliberales que habían predicado durante décadas los economistas de Chicago, como el profesor Friedman y Arnold Harberger, hasta entonces sin mucha aceptación en el primer mundo», prosigue el texto, que analiza también la implementación de las teorías económicas impulsadas por los «Chicago Boys», considerando que Chile fue un «laboratorio neoliberal».
Fue salvado por la Dictadura tras robar el Banco de Talca
En noviembre de 1975 y en plena dictadura, mediante una licitación pública Corfo vendió el Banco de Talca, en una primera instancia, a 542 personas naturales y jurídicas de la Región del Maule, según la nómina de quienes suscribieron la “Proposición de Compra del 89,5% del Capital del Banco de Talca Formulada por los más Amplios Sectores de la VII Región”, todos representados por el abogado Jorge Ovalle Quiroz. Sin embargo, según consta en documentación de la SBIF y en las respectivas memorias institucionales, desde 1975 a 1977 hubo diversas resciliaciones de los contratos de compraventa y, por lo tanto, algunas de las acciones vendidas a estos oferentes volvieron a propiedad de Corfo para ser vendidas con posterioridad. En esta licitación, el Grupo Calaf-Danioni, encabezado por Miguel Esteban Calaf Rocoso y su familia, dueños de Calaf S.A.C.I , adquirió más o menos el 26% de las acciones del Banco de Talca.
Posteriormente, el Grupo Calaf-Danioni recibió de Corfo otro paquete accionario a título de indemnización, originados en la presunción de que la familia Calaf habría sido propietaria de un paquete accionario del Banco de Talca antes de la estatización de 1971. El grupo Calaf-Danioni consiguió el control del Banco de Talca en los siguientes cinco años, llegando a adquirir en 1979 el 65% de su propiedad. El 10 de abril de 1982, el Banco de Talca fue liquidado por la Superintendencia y comprado por el Banco Central de España. Su continuador legal fue primeramente Centrobanco, de propiedad del Banco Central de España; después, Banco Hispanoamaericano, Santiago, y Bansander Santiago, respectivamente.
El 28 de agosto de 1982 está marcado en el calendario personal de Sebastián Piñera como el peor día de su vida. Uno que ha querido olvidar y dejar enterrado en el pasado, pero que no lo ha abandonado en sus pesadillas. Ese día, el entonces ministro Luis Correa Bulo lo declaró reo y ordenó su arresto por fraude en contra del Banco de Talca e infracciones a la Ley General de Bancos. En el mismo dictamen amplió los cargos contra Miguel Calaf y Alberto Danioni, a esa fecha socios de Piñera y controladores del Banco de Talca, quienes ya se encontraban recluidos en el Anexo Cárcel Capuchinos. Piñera salvó de ser detenido porque, advertido de la decisión judicial, optó por huir de la justicia y se mantuvo oculto durante 24 días, siendo rescatado por la Dictadura, en específico por la Ministra Mónica Madariaga.
No movió un dedo por el NO y fue generalísimo de Hernán Büchi, el candidato del SI
“Si triunfa Aylwin tendríamos un país mirando hacia atrás. Seguramente restableciendo la democracia perdida y erradicando los excesos en materia de derechos humanos, pero no sería o no lo visualizo como un gobierno mirando hacia adelante, con un proyecto claro de sociedad libre, con imaginación, con entusiasmo… No. Le diría, en síntesis, que sería parar el reloj… y no acelerarlo, que es precisamente lo que Chile necesita en estos momentos”. Así respondía Sebastián Piñera a la periodista Rosario Guzmán Errázuriz en la edición del 10 de marzo de 1989 a la pregunta: Cómo visualiza este país ante un eventual triunfo del que finamente resultara electo primera Presidente del regreso a la democracia. Y no fue primera oportunidad en que se refirió al ex mandatario atacándolo. En la misma campaña aseguró que “Aylwin pierde con el apoyo de los marxistas”, mientras apuntaba en un pizarrón a presuntas estadísticas que avalaban sus dichos en una abierta campaña del miedo.
Es un hecho que Piñera, como generalísimo de Hernán Büchi, candidato presidencial de la dictadura en 1989, encabezó la campaña del terror contra Aylwin y la Concertación. No solo al tratar de marxistas y terroristas a los adherentes de Aylwin, sino cuando daba a conocer las presuntas cualidades de Büchi sobre el candidato de la Concertación, haciendo comparaciones odiosas en que mostraba al candidato DC perdiendo frente al de derecha por “ser contrario a la libertad de los trabajadores”, ser supuestamente “promotor de mayores impuestos”, ser “el candidato de la UP” y, por último, contar —como se ha dicho- “con el apoyo de marxistas y terroristas”. Para Piñera, el candidato de la dictadura representaba una sociedad “de libertades”, muy contraria a lo que había sido la experiencia en la administración de Pinochet con Büchi como ministro de Hacienda.
Volverse loco defendiendo a Pinochet cuando fue detenido en Londres
Con toda la evidencia disponible, bastan dos neuronas funcionales para saber que el sinvergüenza de Piñera votó por el SI para seguir en Dictadura