Mientras en Chile José Antonio Kast es llevado día por medio a la TV para promover su discurso de odio, mientras a los neonazis del Movimiento Social Patriota les dan tribuna todas las semanas para promover el fascismo, la policía alemana desactivó a un grupo de ultraderecha que planeaba realizar múltiples atentados terroristas este miércoles en Berlín. Sus objetivos iban a ser políticos de izquierda, medios de comunicación e inmigrantes. Notas de El Periódico y la ABC detallan:
La violencia neonazi vuelve a tomar forma en Alemania. La Fiscalía ha ordenado la detención de hasta ocho personas sospechosas de haber fundado un grupo terrorista de ultraderecha denominado Revolución Chemnitz, con el que planeaban perpetrar un atentado en Berlín para el día de la unidad nacional alemana, este miércoles.
Según han dado a conocer las autoridades judiciales de Karlsruhe, todos los detenidos forman parte de la escena más radical alemana, poblada de neonazis, skinheads y hooligans de equipos de fútbol. Con la formación de esta célula terrorista, los sospechosos tramaban también ataques violentos contra ciudadanos inmigrantes, miembros de los medios de comunicación y contra políticos de izquierda críticos con el auge fascista que vive Alemania. Por el momento, se desconocen los nombres de esos objetivos.
Además, este grupo tenía como intención una revolución ultraderechista dentro de la República Federal de Alemania, que subvirtiese el orden establecido con métodos más sangrientos que Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), el grupo terrorista neonazi que entre 1998 y 2011 asesinó a nueve inmigrantes y a una agente de policía, perpetró hasta 15 robatorios y realizó tres ataques con bombas. Para Revolución Chemnitz, la NSU era tan solo una tropa de principiantes. Así se desprende de las conversaciones telefónicas y de los chats pinchados por las autoridades.
La Fiscalía ha añadido que actualmente esta reciente célula terrorista estaba tratando de hacerse con el control de armas automáticas, como rifles, para llevar a cabo su propósito. Fue entonces cuando las autoridades actuaron para su detención. Entre los detenidos se encuentran los cerebros del movimiento neonazi en el estado de Sajonia, bastión del ultraderechismo alemán y sede de las protestas de signo racista y contra la política migratoria de la cancillera, Angela Merkel, que durante el último mes han causado severos disturbios.
Tampoco sorprende pues que uno de los detenidos sea Tom W., uno de los jefes del grupo neonazi Sturm 34, ilegalizado el 2008 por sus actividades nítidamente anticonstitucionales. Su participación en esta camaradería violenta ya lo llevó a los tribunales entonces y le valió una sentencia. Ahora, al frente de Revolución Chemnitz, pretendía convertir la ciudad sajona de Mittweida y sus alrededores en una «área de liberación nacional» mediante ataques brutales que le permitiesen hacerse con el control de la localidad.
El grupo hacía poco que operaba. El pasado 14 de septiembre, cinco de los acusados ya atacaron a extranjeros de la localidad de Chemnitz armados con botellas de vidrio, guantes de nudillos gruesos y dispositivos con descarga eléctrica aprovechando el caos originado en la ciudad por las protestas ultraderechistas que terminaron abriendo una fuerte crisis de gobierno. Según la justicia, ese ataque fue un «ensayo» de lo que debía venir ahora. Es desde entonces que el supuesto líder del grupo, Christian K., de 31 años, se encuentra detenido y bajo custodia por sus actividades violentas y su incitación al odio contra minorías raciales. Sin embargo, se ha descubierto una página de Facebook donde el grupo repartía información identitaria neonazi desde octubre del 2013.
El darle tribuna a quienes promueven discursos de odio provoca que estos psicópatas terroristas se sientan validados. Los medios masivos son responsables directos del aumento del fascismo