Primero partamos por la buena noticia: Los trabajadores portuarios, en una nueva muestra de dignidad y unidad de su parte, tras 36 días de paro lograron solucionar sus demandas, esto a pesar que los medios tradicionales y la Derecha completa los criminalizaban todos los días, donde incluso José Antonio Kast los trató de terroristas por querer tener sueldo mínimo. ¿El detalle? El Estado tuvo que asumir los costos de los cursos de capacitación que pedían, ya que los delincuentes de los Von Appen simplemente se negaban a pagarlos. Una nota de La Tercera detalla:
El protocolo firmado entre el gobierno y los dirigentes, luego que se rechazara un preacuerdo el miércoles pasado, contempla a costo de la empresa un préstamo de Ultraport de $550 mil, una gift card de $250 mil, un aguinaldo de $75 mil y una caja de mercadería. Pero el punto que llevó a finalmente destrabar la negociación fue el pago por cursos de capacitación, que el gobierno financiará a través de becas sociales del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), que está contemplado en el ítem de franquicias tributarias.
Esto corresponde a dos cursos de capacitación en seguridad que se impartirán en enero del próximo año, que en total tienen un costo de $750 mil, y un curso de oficios para julio que asciende a $400 mil. Es decir, cada trabajador recibirá para su bolsillo $1.150.000 por asistencia a esas capacitaciones. Esto, en cierta forma, viene a suplir el bono de precariedad laboral por $2 millones que estaban solicitando los portuarios al inicio de la movilización. De esta forma, entre lo que entregará la empresa, contando el préstamo, y el fisco, la oferta total asciende a $2.025.000 por trabajador. En total serán alrededor de 400 trabajadores eventuales serán beneficiados con estos cursos de capacitación, o sea $460 millones.
El ministro Monckeberg -que junto a su asesor Mario Livingstone estuvieron permanentemente intentanto establecer acuerdos con los trabajadores- señaló que esto no tendrá un costo fiscal directo, pero sí indirecto a través de aquellas franquicias no utilizadas por otras empresas, que en la práctica pueden ser redestinadas a otras firma por las OTIC (becas sociales). Es decir, esta vez el gobierno por decisión unilateral, y para desactivar el conflicto, destinó los recursos a los trabajadores eventuales de la empresa de la familia Von Appen. Además, en otro punto del acuerdo se estableció que las partes fueron informadas por TPS que la firma no ejercerá represalias en contra de los movilizados.
- ¿Terminamos de entender que la única protesta que sirve es la violenta? Protestar con batucadas, cuerpos pintados y mimos jamás ha logrado nada ya que no incomoda a nadie, y la protesta por definición tiene que paralizar las cosas. Todos los derechos que hemos ganado como trabajadores ha sido de esta manera y con unidad sindical
- Los Von Appen tienen una fortuna de más de 1.000 millones de pesos y tienen que utilizar al estado para destrabar un paro que ellos provocaron por la condiciones de esclavitud en las tienen a los trabajadores… Esta es la forma de «emprender» que tienen los grandes empresarios en Chile, explotando a los trabajadores y robándole al Estado