Un reportaje del sitio de investigación periodística Interferencia, reveló que el actual Comandante en jefe de la Armada, Julio Leiva, utilizando gastos reservados y funcionarios militares, interceptó llamadas telefónicas, infiltró, hostigó y amenazó al magistrado Jaime Arancibia, quien lleva 1/3 de las causas de Derechos Humanos cometidas durante la Dictadura Cívico-Militar.
La abogada Mónica Araya, presentó una acción judicial en contra de Julio Leiva, acusándolo de usar recursos fiscales para financiar la obstrucción de investigaciones por violaciones de derechos humanos durante la dictadura, en ella denuncian que «el almirante, utilizando caudales públicos asignados como gastos reservados, financia, de manera clandestina, la defensa judicial como la obstrucción de los procesos penales de gran parte de los imputados en causas por violaciones de derechos humanos en donde se encuentran involucrados altos mandos de la Armada».
Según detalla Radio ADN, en el texto se detalla que Leiva, «planifica, coordina y ejecuta operaciones de inteligencia encubiertas, destinadas a amedrentar y amenazar al ministro Jaime Arancibia Pinto», entre las que se incluyen campañas de desprestigio por redes sociales, seguimientos e intercepción de llamadas y «tentativas de infiltración, tanto del tribunal como de la policía que le colabora, con el pago a informantes».
- Esto es gravísimo y debería significar no sólo es descabezado completo de la Armada, el Almirante Julio Leiva debe enfrentar la justicia por amenazas y obstrucción a la justicia
- Este es el legado de la Concertación y su fraude de «Transición a la Democracia». Los militares se siguen mandando solos y representan un peligro para la sociedad. Un Gobierno verdaderamente de izquierda lo primero que tiene que hacer es abolir las Fuerzas Armadas