El caso de Matías Pérez Cruz fue un gran ejemplo para demostrar cómo son los cuicos de mierda, los pinochetitas, y los que están de José Antonio Kast, (recordemos que es su financista). Básicamente, se trata de escorias prepotentes que se creen dueños de todo y odian a los pobres. Por suerte esta vez tuvimos un final feliz para la Clase Trabajadora, ya que además de la inmensa funa que recibió el guatón asqueroso, quedó en claro que JAMÁS fue su jardín el lugar donde amenazó a las tres mujeres. Una nota del Diario Lago Ranco señala:
lihue, Iculpe, Pisada del Diablo, Chamul, Quillaico, Imahue, Coique, Luján, Futrono, La Trafa, Golfo Azul, Caunahue, Puerto Llifén y Calcurrupe, son sólo 14 de las decenas de ejemplos de riberas que, pese a ser bienes de uso público, se encuentran completamente vedadas, inalcanzables y prohibidas para la ciudadanía en la Cuenca del lago Ranco, que curiosamente es el tercer lago más grande de Chile. La situación se repite en los bordes de ríos, lagos y lagunas de nuestra maravillosa región de Los Ríos.
Grupo Diario Sur, red que reúne diarios locales en todas las comunas de la región, ha publicado varias denuncias ciudadanas en los últimos años, que relatan la indignación y lucha de vecinos por rescatar para la comunidad y para todos los chilenos, lo que se mantiene en manos de privados, ya sea por bloqueos en el acceso o por cercos que se han ido levantando en sectores como Calcurrupe, Coique y Chamul. Distintas ocupaciones irregulares de espacios públicos que “se supone” son de todos los chilenos. En los casos menos escandalosos, particulares han ido bloqueando accesos de tránsito peatonal que históricamente la comunidad ha utilizado para acceder a las playas del Ranco. Y en los más graves, han instalado cercos que llegan hasta el agua, lo que se profundiza en zonas de difícil acceso por tierra.
Sin embargo, este martes algo cambió. Por primera vez existe registro audiovisual de una situación que muchos han vivido, y que pocos se atreven a denunciar, porque el miedo a la mano castigadora de los poderosos. Tres mujeres fueron maltratadas, humilladas y expulsadas de una ribera por parte de un empresario con casa de veraneo a orillas del Ranco. La polémica fue tal que durante todo este miércoles el presidente del directorio de la empresa Gasco, Matías Pérez Cruz (y prácticamente dueño de la empresa), ha sido blanco de burlas y críticas por el vergonzoso trato contra tres mujeres que, con respeto, le hicieron ver que sólo disfrutaban de lo que les parecía un bien de todos. Si se trataba o no de un espacio público o el patio del abogado, será Bienes Nacionales quien se encargue de determinarlo, aunque las evidencias son claras, por la arena, piedras y agua aún se mantienen varios metros más arriba del punto de agresión.
No era necesario que se manifestara el Ministerio de Bienes Nacionales ya que basta ver las fotos. Pero de todas maneras fue el propio ministro Felipe Ward que reconoció que las mujeres estaban en la playa y no en el jardín de la casa del presidente de Gasco.
Felipe Ward por caso del lago Ranco: «No resulta adecuado el proceder del señor Pérez Cruz, toda vez que el acceso y el uso de las playas en Chile, no requieren permiso ni autorización alguna » https://t.co/BfRost9HZ4 #NuevoDiaCNN pic.twitter.com/05B3KWwVUJ
— CNN Chile (@CNNChile) 8 de febrero de 2019