Hoy, en un nuevo capítulo de nuestras secciones: «Los únicos que viven gratis del estado de trabajar con los fachos» y «no existe nada menos patriota que los militares chilenos», luego que el ex comandante en jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba fuera ser formalizado por lavado de dinero, malversación de fondos públicos, enriquecimiento ilícito y delito tributario, se dieron a conocer los detalles de la vida de narcotraficante que se daba con el dinero que nos robaba a todos los chilenos. Notas de Radio Cooperativa y Soy Chile detallan:
Conocido por su ostentoso modo de vida, el ex comandante en jefe del Ejército, Juan Miguel Fuente-Alba, es acusado por malversación de caudales públicos por 3.500 millones de pesos de los fondos reservados para la institución, recursos que por ley solo pueden ser utilizados por la institución castrense. Y es que gran parte de ese lujoso estilo de vida del ex jefe militar y su familia fue financiado con recursos que estaban destinados para otros ítemes al interior del Ejército, según diversos testimonios que dan cuenta de esto.
Uno de los encargados del funcionamiento de su casa, el teniente coronel (r) Rodolfo Hidalgo Fariña, reveló en su declaración que Fuente-Alba le dijo sobre sus funciones que debía encargarse de su domicilio, incluyendo todo lo concerniente a «gastos en alimentación, bebidas, licores, vinos y champagne, tanto para el personal como para la familia Fuente-Alba (incluyendo a su hijo Fernando)… regalos de cumpleaños tanto para visitas como para la familia Fuente-Alba (incluidos hijos, nueras y nietos)». También debía preocuparse de «coordinar las reuniones o eventos protocolares a realizarse en la casa, me refiero al tema logístico, ornamentación floral y contratación de violinista y pianista entre otros».
También reveló que cada mes recibía de parte del jefe de Finanzas del Ejército, coronel Jorge Cortés Díaz, 10 millones de pesos en efectivo en un sobre café, sin tener que firmar ningún tipo de respaldo por la recepción del dinero. De ese monto, dos millones quedaban guardados en la caja fuerte a cargo de Hidalgo Fariña y los otros ocho millones en otra caja a cargo del jefe de la plana mayor, suboficial Mauricio Vera Figueroa. Este último debía pagar a dos jardineros bonos de 80 mil pesos a todo el personal administrativo, que eran 21 personas de planta del Ejército, cuyos cargos correspondían a los mayordomos, conductores, telefonista, cocineros y auxiliar de mantención.
El teniente coronel Hidalgo aseguró que sólo en gastos básicos se desembolsaban 3,2 millones de pesos, más otros 250 mil por cable. Además, sostuvo que en los eventos se gastaban sobre los 800 mil pesos en ornamentación y flores y que incluso la esposa de Fuente-Alba, Anita Pinochet, también tomaba decisión sobre algunos asuntos y gastos.
El teniente coronel (r) también aseveró que por orden verbal del propio comandante en jefe a fines de cada año el coronel Cortés le entregaba bajo la misma modalidad y en efectivo la suma de 20 millones de pesos «para la confección de un regalo para las señoras de los generales que pasaban a retiro; una medalla con cadena de oro para las señoras de los ascendidos y una pulsera con una moneda de oro para las señoras de los generales que pasaban a retiro». «La gestión la realizaba directamente yo, bajo la orientación y supervisión de doña Anita y a través de la Casa o Medallas Hours… ella seleccionaba y yo pagaba, sin recibir boleta alguna», dijo Rodolfo Hidalgo. Todo esto es respaldado por el suboficial a cargo, Mauricio Vera, quien además detalló que los choferes destinados eran seis y que en algunas ocasiones depositó dineros en las cuentas personales del general Fuente-Alba, que este último le entregaba por mano.
Al menos $12 millones al mes habría sido el gasto del General (r) durante cuatro años en el ítem mantener su casa y su familia. Es decir servicios básicos, todo financiado por el Ejército. En esa línea se cuenta el pago a cuatro cocineros, dos mayordomos, un telefonista, un jardinero, choferes y personal de servicio de apoyo, el cual era asignado por el mismo Ejército. También se agrega la “ayuda” a otros ex comandantes en jefe, a quienes les entregaba montos de entre los 400 y 800 mil pesos mensuales.
También se cuentan al menos 50 viajes al extranjero. Gran parte de estos en compañía de su cónyuge, Anita Pinochet. Todos siempre costeados con fondos reservados. Un caso particular destacado por el medio es que “En una oportunidad fue enviado a Haití, cuando allí estaba la misión militar chilena. Salió desde Pudahuel y estuvo en Miami tres días; de allí voló a Haití donde permaneció algunas pocas horas y luego viajó a Punta Cana por otros tres días”. Gran parte de los viajes los realizaron a Madrid, Londres, París, Bosnia Herzegovina, Chipre, Croacia, entre otros.
En sus viajes se habría quedado constantemente en los mejores hoteles, arrendado vehículos de lujo y frecuentado los restaurantes más conocidos, todo pagado, como es la tónica ya, con fondos reservados del Ejército. Otra arista de los gastos por cerca de $500 millones en vehículos, 9 de ellos que adquirió en Klassic Car, otros 5 que compró en Kaufmann y 2 más que compró en Aventura Motors, uno de ellos para su esposa.
- Al próximo que diga que «los militares chilenos son patriotas» deberíamos agarrarlo a patadas voladores… Lo mismo para los fachos que critican a los pobres por querer derechos mínimos diciendo que «quieren todo gratis»
- Por lo demás, ¿Terminamos de entender por qué hay que abolir las Fuerzas Armadas? Estamos gastando millones en mantener a unos vagos que no trabajan, que no sirven para nada, y que más encima se dan una vida lena de lujos con el dinero que nos roban a todos los chilenos