Tras el escándalo que significó que el reconocimiento facial del Mall Plaza arrojara un 90% de falsos positivos, y en un nuevo ejemplo de los peligros que representan las políticas destinadas a establecer un Estado Policial sobre las personas, algo que es precisamente lo que quiere hacer la Derecha y Sebastián Piñera, las cámaras de vigilancia municipales de Quintero fueron utilizadas para espiar y acosar a una mujer. Una nota de Radio Bío Bío informa:
Las cámaras de vigilancia de la comuna de Quintero grabaron el 17 de marzo a una pareja besándose en la plaza de la ciudad, algo que parece cotidiano y sin mayor relevancia, pero los registros de seguridad comunal llegaron a manos del marido, que no era el hombre que aparecía en las imágenes, y se provocó un quiebre matrimonial. Días después de la grabación, el hombre llegó ofuscado al trabajo de la mujer con fotografías en mano. Ella prefirió mostrar el registro a sus hijos, a los que dejó de ver y producto de la crisis se fue de la casa.
La situación captada no constituía un problema de seguridad pública ni un delito, por lo que la mujer afectada exige explicaciones a las autoridades comunales, acusando que se vulneró su privacidad. “Las cámaras son pagadas por la municipalidad para brindar seguridad. Pero en las imágenes no estoy haciendo nada malo, ni robando ni cometiendo algo que infrinja la ley”, solicitando que se explique cómo las capturas pudieron llegar a su marido sin una orden judicial. “La regulación de las cámaras de seguridad de los municipios es exigua, pero hay tratados internacionales firmados por Chile que resguardan la privacidad e intimidad”, indica el abogado de la mujer.
Desde la Municipalidad de Quintero detallaron que se ordenó una investigación para aclarar responsabilidades. De acuerdo a El Mercurio, el operador de cámaras habría realizado un acercamiento a la escena en la plaza y se fotografió el monitor, capturas que luego se habrían enviado directamente al marido.
Esto no es ni será un «Caso Aislado», es la tónica de los Estados Policiales. Ahora fue el quiebre de un matrimonio, mañana será el asesinato de opositores y dirigentes sociales como ya ocurre en países como Colombia y Turquía. Los Estados Policiales no nos protegen, nos vigilan, nos quitan libertades y representan un peligro para la Democracia.