Una investigación de Interferencia reveló que carabineros de Chile, sin informarle a nadie y utilizando gatos reservados, Carabineros gastó 21 millones de pesos en comprar software ilegal que permite manipular información de los celulares sin dejar rastro alguno. Todo esto en medio del proyecto del Gobierno que quiere darle aún más poder a Carabineros. La denuncia además, expone las sospechas sobre que el famoso «Profesor Smith» no es más que un palo blanco para esconder algo mucho más grave. Parte de la investigación señala:
Los primeros días de septiembre de 2017 el mayor de Carabineros Patricio Marín llegó hasta las oficinas de la empresa XmartLab con un maletín que contenía 21,5 millones de pesos en efectivo. Poco antes, el 1 de septiembre de 2017, esa firma de tecnología y ciberseguridad había emitido una factura por ese monto a la Dirección General de Carabineros. Con ello quedaba sellada la venta de un paquete de software espía, llamado Oxygen Forensics, que, se cree, fue lo que funcionarios de inteligencia de la policía usaron para el montaje de la Operación Huracán.
El representante de XmartLab, Gonzalo Paredes Quezada, relató al Ministerio Público meses después que le pareció rara la forma de pago. Por cierto, la licencia de ese programa se inscribió a nombre de Alex Smith, el asesor civil del servicio de inteligencia de Carabineros, quien al estallar el escándalo dijo que había creado un programa llamado Antorcha para rastrear las conversaciones de whatsapp de los líderes mapuche que estaban en la mira de la policía.
A mediados del año pasado comenzaron a surgir estos y varios otros antecedentes en torno al caso Huracán, publicados en los diarios La Tercera y El Mercurio, entre otros medios. Así, se supo que esas platas para la compra del software fueron aprobadas personalmente por el general Villalobos y que salieron de la partida de gastos reservados que manejan los General Directores. Además, XmartLab es una empresa que no figuraba -ni figura- en el listado de Chile Proveedores.
En su declaración ante el fiscal regional de Aysén, Carlos Palma, el 23 de agosto de 2018, que se realizó en el domicilio de Villalobos en la comuna de Ñuñoa y a la cual tuvo acceso INTEFERENCIA, el general reconoció haber dado luz verde y con cargo a sus gastos reservados la adquisición del software. Sin embargo, lo que no le contó al fiscal fue que su participación se extendió mucho más allá. En efecto, según los documentos, el general Villalobos ocultó deliberadamente esa información a la Contraloría General de la República, probablemente en un intento por no dejar rastros de esas operaciones de inteligencia que desembocaron en la Operación Huracán.
La Ley de Presupuestos establece que la compra de programas informáticos en Carabineros debe ser en el marco del subtítulo 29 de la partida correspondiente a la “Adquisición de activos no financieros”. En este, en su ítem número 7, figuran los programas informáticos. Según esto el procedimiento es solicitar un presupuesto adicional a la Dirección de Presupuesto del ministerio de Hacienda, licitar la compra y después rendir los gastos. Hacerlo con gastos reservados significaba que lo hizo bajo el subtítulo 22, referente a los “Bienes y servicios de consumo”, dentro de los cuales se comprenden precisamente los gastos reservados.
Un año después, el 25 de enero de 2018, Villalobos le envió a la Contraloría un escueto informe bajo un grueso rótulo que dice SECRETO, en la que no entrega detalle alguno de ningún gasto. La plantilla Excel ya no existía. Sólo se informaba que se habían gastado poco más de 605 millones de pesos en gastos reservados. Y, para remate, se decía que ello equivalía a US$ 90.000 en moneda extranjera, faltando un cero al final, ya que al tipo de cambio correspondía a US$ 900 mil. El reporte de Villalobos fue rechazado por Jorge Bermúdez. En el escrito de respuesta, al que también tuvo acceso INTERFERENCIA, el contralor le indicó al Director General que en su rendición “los gastos se informan de modo genérico y sin documentación de respaldo que permita verificar su correcto uso”
Las certezas que deja hasta el momento el proceso judicial en torno a la Operación Huracán, es que fue un montaje de Carabineros de Chile para encarcelar a ocho dirigentes políticos mapuche. La idea era mostrar que estos dirigentes, pertenecientes a distintos movimientos mapuche, habían formado una gran asociación ilícita de carácter terrorista. Esto introduciendo archivos con conversaciones falsas en sus celulares incautados durante las detenciones. Desde el principio los uniformados afirmaron que interceptaron mensajes de los mapuche –hoy sobreseídos– con un software llamado ‘Antorcha’, el que con el tiempo tribunales acreditó que no tenía dicha capacidad. Pero durante la investigación del montaje, surgió precisamente el nombre de otro programa computacional: Oxygen Forensics.
Carabineros actualmente es una peligrosa organización criminal que funciona al margen de la ley y representa un peligro para la sociedad. Lejos de querer darles aún más poder como quiere hacerlo la Derecha, hay que intervenirlos por completo partiendo por someterlos de una vez por todas al poder civil