La constante victimización del fascismo y la ultraderecha es parte de Los 11 principios de la Propaganda Nazi. En específico se trata de dos principios bien documentados. El Principio de la Transposición: Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. “Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan”. Y el Principio de la Exageración y Desfiguración: Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en una amenaza grave.
Que toda la ultraderecha nacional, tipos con un discurso fascista asumido que incluye: Querer encarcelar niños pobres, querer quitarnos libertades para transformar la Democracia en un Estado Policial, que no quieren que las mujeres decidan sobre su cuerpo, que utilizan el Tribunal Constitucional como Tercera Cámara para pasar por encima del Congreso, que hasta ahora defienden la Dictadura y dicen sin empacho que el pinochetismo forma parte de su diversidad, simplemente no puede estar tratando a otros de fascistas, menos decir que un video antifascista de un grupo punk constituye un «peligro para la democracia»… La Derecha chilena no tiene colchón moral alguno para hacerse los ofendidos.
Fascistas asumidos tratando a las personas que reaccionan de Fascistas. Las consecuencias de darle credenciales democráticos a tipos que jamás la tuvieron