Sabemos que los hermosos e inteligentes lectores de nuestro carismático medio de información reconocieron enseguida que el titular de esta nota era irónico, pero para los que no están familiarizados con nuestro sitio, aunque sea obvio, les aclaramos que la noticia ES FALSA. No existe ninguna campaña del Gobierno de Sebastián Piñera promoviendo «Elegir Dejar De Ser Pobre» con la finalidad de acabar con la pobreza.
¿Por qué hacemos esto entonces? Para exponer el ridículo de enfocar los problemas sociales como decisiones personales. Si la gente pudiera comer sano comería sano, pero la gran mayoría simplemente no puede por una cuestión de tiempo y dinero. Tampoco una persona pobre «elige ser drogadicto», ya que las drogas son un problema social vinculado a la falta de oportunidades y a toda una estructura de abandono. La drogadicción en los cuicos es diferente ya que a ellos los pueden internar por meses en costosos centros de rehabilitación, y aunque hayan perdido la mitad del cerebro jalando cocaína igual tienen su futuro asegurado sólo por ser cuicos.
A modo de ejemplo, el programa «Elige Vivir Sano» no ha servido de nada ya que Chile lidera los índices de obesidad tanto en niños como en adultos, (comprenderán que en un país donde la mitad gana menos de 350 mil pesos comer una marraqueta es mucho más barato y llenador que una ensalada con un pedazo de pescado). Y sobre el «Elige Vivir Sin Drogas», todos los expertos han dicho que esta política que fue exitosa en Islandia no funcionará en Chile. Primero porque decidieron dejar de lado el consumo de alcohol, segundo porque la realidad chilena es dramáticamente distinta. El ex jefe nacional de seguridad pública, Eduardo Vergara, señaló al respecto:
«No podemos esperar que personas que cruzan Santiago para trabajar, que no ven a sus hijos en la mañana porque tienen que ir a trabajar y llegan cuando sus hijos están durmiendo, sean parte de una estrategia preventiva. Estás hablando de un mundo que no existe, vivimos en un país con drogas y esa situación no va a cambiar. Es más, no todos los niños tienen la posibilidad de elegir vivir en un mundo sin drogas”
Para promover la alimentación sana y combatir la drogadicción es necesario promover políticas estructurales que este gobierno jamás hará. Menos con proyectos segregadores como el Admisión Justa y el Control de Identidad a menores que apuntan directamente en el sentido opuesto. Para atacar el problema de fondo es necesario tener menos horas de trabajo, más descanso, salarios permitan vivir, tener salud y educación derechos garantizados, viviendas dignas y pensiones decentes. No eslóganes vacíos y culpar a las personas por «elegir» no comer bien, drogarse o ser pobre.