Este domingo se confirmó el fallecimiento de María Inés Contreras, la chilena de 68 años que sufrió la amputación de su pierna derecha tras accidentarse mientras vacacionaba en Cancún. Su familia había solicitado ayuda al Gobierno ante el gran gasto económico que había realizado, ya que el seguro de viaje que habían contratado alcanzó su tope y se habían quedado sin recursos para seguir costeando el tratamiento.
La nula ayuda de Cancillería
Según publica Radio Bío Bío, sus hijos pidieron ayuda al Consulado chileno en México, quienes les indicaron que simplemente no podían ayudarlos. Es más, aseguraron que desde la entidad les indicaron que ellos no tenían los recursos ni les correspondía el traslado, y lo único que les ofrecieron fue ayudarlos a contactar un avión ambulancia que tenía un costo de 50 millones de pesos, imposible de pagar para ellos.
No deja de ser «curioso» que el mismo gobierno que corrió a ayudar a un par de zorrones que mataron a una persona en Malasia haya decidido no hacer nada en este caso… Hubiera tenido el apellido «Matte» la traían en el avión presidencial