¿Recuerdan la nota que hicimos ayer sobre la nueva licitación de Gobierno que ganó la empresa del hijo de Piñera a pesar de ser la propuesta más cara? Bueno, resulta que HopIn, la misma empresa a la que Cristóbal Piñera dice no pertenecer a pesar de figurar como su dueño en Estados Unidos, donde incluso tiene EL LOGO DE LA MISMA EN SU FOTO DE PERFIL, al final recibirá otros 93 millones de pesos del Estado, los que se suman a los 250 millones que ya había recibido en el Gobierno de su padre… Una nota de El Desconcierto publica:
El pasado 12 de marzo Senatur abrió una licitación llamada “Desarrollo y puesta en marcha de aplicación móvil ‘Chile destino turístico 2019′”. A la licitación se presentaron 5 empresas que se encuentran en la base de datos del Mercado Público. Hopin se quedó con la licitación obteniendo 88,9 puntos -casi 14 puntos más que su más cercano competidor- a pesar de ser la propuesta más cara. En dos fases, la empresa Hopin obtendrá $93.239.000 por la aplicación.
En la primera fase de “levantamiento del requerimiento, análisis y diseño, desarrollo, casos de pruebas, puesta en marcha y capacitación”, Hopin obtendrá cerca de 70 millones de pesos. Luego, por mantención de la aplicación la empresa cobrará los 23 millones de pesos restantes. Según lo detallado, todo esto ocurrirá en sólo 5 meses. La principal decisión para elegir a Hopin, según el documento de evaluación, fue que la empresa tenía experiencia en proyectos similares. Entre las 37 referencias que presentó la empresa, se encuentran todas las licitaciones que obtuvieron durante el inicio del gobierno de Sebastián Piñera.
- Si esto mismo le hubiera pasado a Bachelet toda la Derecha y los Medios Tradicionales la estarían exigiendo la renuncia. Pasa que la Derecha son delincuentes que no tienen moral y la Prensa Tradicional está completamente vendida a la Derecha
- Por cierto, ahí tienen a los fachos viviendo de nuestros impuestos mientras dicen que «los comunistas quieren todo gratis» y apitutados en todas partes mientras le venden a los pobres la mentira de la «meritocracia»