Tras conocerse que el Ejército chileno espiaba, seguía y tenía intervenidos los teléfonos de cuatro militares y un periodista que denunciaron la corrupción al interior de las Fuerzas Armadas, el Ministro Defensa, Alberto Espina, en vez de indignarse ante esta ilegalidad digna de la Dictadura, respaldó el actuar del Ejército. Una nota de Cooperativa consigna:
El ministro de Defensa, Alberto Espina, respaldó este lunes las labores de inteligencia del Ejército, tras los cuestionamientos por el presunto espionaje a cuatro funcionarios, todos denunciantes de irregularidades en la institución. Según reveló ayer de La Tercera, la llamada «Operación Topógrafo» tuvo, en 2017, como blancos de escuchas telefónicas a dos funcionarios activos y dos en retiro del Ejército: el capitán Rafael Harvey, al ex teniente Carlos Farías, al ex sargento Juan Pablo Díaz y al cabo primero Sergio Tudesca, por sospechas de filtraciones de documentos de la Ley Reservada del Cobre. Además, el fin de semana se conoció la «Operación W», dirigida en contra del periodista Mauricio Weibel -autor del libro «Traición a la Patria»- quien reveló el desfalco anterior en la institución castrense.
Entonces para resumir: La Dictadura finalizó hace más de 30 años pero los militares chilenos siguen amedrentando y amenazando a civiles sólo por denunciar su propia corrupción…Y después dicen que estamos en «Democracia»