A propósito del proyecto presentado por la Diputada Comunista Camila Vallejo para reducir la jornada laboral a 40 horas semanales, que por supuesto, como en la Derecha son empleados de los Grandes Empresarios están desesperados buscando que no se apruebe, es bueno recordar que en Chile, los trabajadores están dentro de los que tienen la jornada laboral más larga en todo el mundo, pero a su vez son los que tienen los sueldos más bajos. Para ejemplos están los profesores chilenos, los que más trabajan y menos ganan de la OCDE, todo lo contrario a nuestros «honorables» parlamentarios, los que menos trabajan y mayores sueldo reciben.
Jornada Laboral
Según un informe de la Organización para el Desarrollo y Cooperación Económica, Chile es el quinto país del mundo en el que sus ciudadanos invierten más horas en el trabajo. Según el estudio, que consigna datos del año 2015 y que considera tanto a los trabajadores fijos a tiempo completo como a los temporales y los contratados a tiempo parcial, los chilenos trabajan una media de 1.988 horas al año. Por su parte, son los países más desarrollados de Europa los que ocupan los lugares más bajos de la lista ascendente: Alemania (1.371), Países Bajos (1.419), Noruega (1.424) y Dinamarca (1.457 horas).
Menos Horas, Más Productividad
El portal ccnmoney.com se dio a la tarea de listar a los países en los que menos horas se trabaja a la semana. El resultado, que lideran naciones industrializadas, confirma que más horas en la oficina no se traducen en mayor productividad y sí permiten un mejor balance entre la vida laboral y personal. Aquí el ‘Top 10’ del listado.
1. Holanda
Es común que la jornada laboral sea de cuatro días a la semana, sobre todo entre las madres que trabajan (86% de ellas han tenido horarios reducidos, según estadísticas oficiales). El promedio de horas que se laboran a la semana es de 29 mientras que la media de salario anual es 47.000 dólares.
2. Dinamarca
Al igual que en el resto de escandinavia, la cultural laboral en Dinamarca es bastante flexible. En la semana se trabajan en promedio 33 horas, mientras que el sueldo anual alcanza los 46.000 dólares. El seguro por desempleo se puede extender hasta por dos años.
3. Noruega
En este país los trabajadores tienen un mínimo de 21 días pagos de vacaciones y el permiso por maternidad se puede extender hasta 43 semanas. El promedio de horas laborales en la semana es de 33, mientras que el sueldo anual es de 44.000 dólares.
4. Irlanda
Mientras que en 1983 el promedio de horas trabajadas por semana en el país era de 44, esa cifra bajó a 34 desde el 2012. La media anual de salario en esta nación europea es de 51.000 dólares.
5. Alemania
En la principal economía de Europa se trabajan en promedio 35 horas a la semana y el ingreso anual es de 50.000 dólares. La reducción de horas de los trabajadores para que Alemania no viera afectado de manera drástica el empleo durante la crisis mundial que estalló en el 2008.
6. Suiza
En este país que hace poco desechó la posibilidad de implementar el salario mínimo más alto del mundo, el promedio de horas que se trabaja a la semana es de 35, mientras que la media de sueldo anual asciende a 50.000 dólares.
7. Bélgica
El Gobierno belga decretó un ‘año sabático’ para los trabajadores, en el que no reciben su sueldo completo pero sí una ayuda para mantenerse. El promedio de horas laborales a la semana es de 35 y la media de sueldo anual es de 44.000 dólares.
8. Suecia
La cultura laboral en Suecia está muy marcada por los acuerdos colectivos entre empresas y trabajadores. Un empleado sueco trabaja en promedio 36 horas a la semana y recibe 38.000 dólares al año.
9. Australia
En el primer país no europeo del listado se trabaja un promedio de 36 horas a la semana y se reciben al año 45.000 dólares. El promedio para trabajadores públicos es de 38 horas.
10. Italia
El máximo de horas que por ley se pueden trabajar en la semana es de 40, pero el promedio es de 36 horas. Un trabajador en Italia ingresa, en promedio, 34.000 dólares al año y tiene cuatro semanas pagas de vacaciones al año
Sueldos Bajos
Chile tiene uno de los sueldos mínimos más bajos de toda la OCDE, el tercero más bajo en el 2014 y el segundo más bajo en el 2015. Sin ir más lejos, 14 países con el mismo PIB tienen el doble (y triple) sueldo mínimo que Chile. Y más encima, tenemos la mayor desigualdad salarial entre ricos y pobres. No por nada, en nuestro país, la mitad de los trabajadores gana menos de 350 mil pesos. ¿Los países desarrollados? Nuevamente encabezan los mayores sueldos mínimos de la OCDE.
Potencia la economía ya que creará entre 200.000 y 300.000 nuevos empleos:
El efecto sobre el empleo depende de lo que los economistas llamamos “elasticidad de demanda” por trabajo, que mide la tasa en que la demanda por trabajo de las empresas, medida en horas, cambia cuando varía el salario. Varios estudios han calculado esta variable para Chile encontrando valores entre -0,5 y -0,2 (Eyzaguirre, 1981; Marcel, 1987; Martínez, Morales, Valdés, 2001; Fajnzylber, Malone, 2005). Según estos valores, una disminución de la jornada de un 10% (de 45 a 40 horas aproximado) y el consecuente aumento del salario por hora, hará que la demanda total en horas de trabajo disminuya entre 5% y 2%. Sin embargo, dado que ahora cada empleado trabaja 10% menos horas por semana, habrá un aumento en el número de trabajadores empleados (notar diferencia con horas de trabajo) entre 5% y 8%. Esto implicaría un aumento del número de empleos en el sector formal de la economía entre 200.000 y 300.000 trabajadores.
¿Cuál es la relación entre la disminución de la jornada laboral y la productividad laboral? Los economistas conocemos muy bien la famosa wage efficiency hypothesis (hipótesis de salarios de eficiencia) desarrollada por Carl Shapiro y el Nobel de economía Joseph Stiglitz. El postulado básico de esta teoría dice que la productividad de los trabajadores depende positivamente del salario recibido. De esto se desprende que el salario que a la firma le conviene pagar (el que logra la máxima productividad con los menores costos) puede ser más alto que el que el mercado sugiere al equilibrar la oferta con la demanda. Según esto, no solo aumentos salariales resultarían en mayor eficiencia, sino que las mejoras en las condiciones laborales derivarían en aumentos de productividad laboral.
Son varias las explicaciones que dan sustento a la hipótesis de salarios de eficiencia, una de las más reconocidas tiene relación con el efecto de satisfacción y cuidado del puesto de trabajo (Akenlof, Yelen, 1988; Stiglitz, 1976; Weiss, 1976). Con mejores condiciones laborales, los trabajadores estarán más satisfechos y apreciarán más su puesto de trabajo, por lo que estarán dispuestos a proveer un mayor esfuerzo en su actividad, lo que a su vez redundará en una mayor productividad laboral.
Esta hipótesis ha sido probada en varios contextos laborales (ver por ejemplo el estudio de Raff y Summers (1987) que analiza el famoso caso de Henry Ford cuando decidió doblar los salarios por hora, causando un aumento en una proporción aún mayor en la productividad de sus trabajadores), además de ser coherente con las particularidades de los mercados laborales de las economías en desarrollo (Bulow, Summers, 1986; Albrecht, Vroman, 1992). La hipótesis de los salarios de eficiencia permite inferir que el proyecto de reducción de la jornada laboral tendrá efectos más potentes que una mera subida de los salarios. Así, la liberación de horas para disfrutar en actividades personales en conjunto con un mayor salario por hora, amplifica los efectos positivos derivados de la teoría estudiada.
En resumen, el efecto neto de la medida propuesta sería positivo, constituyéndose en una política muy deseable para Chile. Las preocupaciones planteadas por quienes están en contra del proyecto, en particular ocupando argumentos en torno al momento económico y la baja productividad, parecen inadecuadas e inconsistentes con la teoría económica moderna. Lo anterior no deja de ser curioso, en tanto la teoría económica utilizada para el análisis aquí presentado es la misma con la que se formaron los economistas que rechazan esta medida.
- La Derecha vive hablando de promover los «valores familiares» y lo único que hacen es hacerle la vida imposible a las personas para que no tengan vida familiar. 5 horas laborales menos a la semana no sólo es justo y necesario, es un piso mínimo de humanidad
- Esto es bastante simple: Quienes se oponen a reducir la Jornada Laboral a 40 horas son ENEMIGOS DE LOS TRABAJADORES. Y todas las campañas del terror que promoverá la Derecha son mentiras, basta ver las obscenas ganancias que tienen los grandes empresarios en Chile.
- Los políticos de derecha son empleados a sueldo de los Grandes Empresarios a los que les pagan para defender los intereses de los más ricos. Si fuera por ellos apoyarían hasta el regreso de la esclavitud para aumentar sus ganancias