El caso de María Ojeda, la profesora jubilada que demandó a Cuprum para poder parte de su dinero que ahorró durante años, expuso a la perfección el fraude de las AFP: Primero porque aunque impongas toda tu vida sin lagunas igual te entregarán una pensión de hambre, segundo porque el dinero que te quitan deja de ser tuyo, y tercero y más importante, que las AFP JAMÁS fueron diseñadas para entregar pensiones sino que para financiar a los grandes grupos económicos. Una nota de Radio Bío Bío detalla:
Una profesora de matemáticas jubilada de Antofagasta está dispuesta a “marcar un precedente”: emplazó judicialmente -mediante un recurso de protección- a la AFP Cuprum para que le entregue todos sus fondos previsionales, los cuales ascienden a $46.569.000. María Ojeda argumentó que en su último año laboral su sueldo era de $1,2 millones y que actualmente su jubilación no supera los $185 mil mensuales.
En detalle, la docente cotizó desde 1987 a 1988 y luego desde 1990 a 2017 sin lagunas. “Esto abre una luz y esperanza para muchos pensionados, para que puedan hacer un emprendimiento en lo que quieran”, sostuvo Ojeda. A renglón seguido, explicó que actualmente su pensión es de $185 mil. “Y mi dividendo son más de $200 mil ¿Con qué me alimento?. Mi familia me ayuda, sin eso no podría vivir”, sentenció en conversación con el citado medio.
- Como explicó el abogado constitucionalista Jaime Bassa, por supuesto que todo sistema de seguridad social requiere limitaciones a la propiedad, el tema es que si las cotizaciones son administradas con criterios propietarios por la AFP (inversión en mercado de capitales antes que seguridad social), dicha limitación simplemente ya no está justificada.
- Y ése es precisamente el problema de fondo con las AFP: JAMÁS fueron diseñadas para entregar pensiones, sino que para financiar a los grandes grupos económicos. Por eso aunque impongas toda tu vida sin lagunas igual te seguirán entregando una pensión de hambre. Las AFP son un fraude que simplemente no puede continuar.