Seamos claros: El gobierno de Piñera está muerto y no tiene salvación alguna. El tipo demostró ser un inepto, lleva más de dos meses escondido sin aceptar preguntas de la prensa, durante el estallido social siempre ha reaccionado tarde y su única solución ha sido aplicar más violencia a un PROBLEMA QUE ES POLÍTICO. Que ahora con apenas un 4,6% de aprobación presente un proyecto para sacar los militares a la calle sin la necesidad de declarar Estado de Excepción, deja en claro que hace rato se convirtió en un peligro para la Democracia.
Lo ideal sería llamar a elecciones anticipadas o seguir con la acusación constitucional en su contra, pero es tan grande la cagada que tiene y tan urgente la necesidad de solución, que Piñera no puede estar un sólo día más gobernando. Que la Derecha ponga a cualquier otro político de su sector y podemos apostar que mejorará la situación del país. Gonzalo Blumel, Karla Rubilar, Manuel José Ossandón, Mario Desbordes, pongan al weón que quieran, pero Piñera simplemente no puede continuar. Su incompetencia está hundiendo al país completo y el pueblo está sufriendo las consecuencias.
Por supuesto que para nada es ideal que un presidente en ejercicio renuncie, pero con apenas un 9% de aprobación, denuncias internacionales por violar los Derechos Humanos y miles de personas marchando todos los días hace más un mes, ni el político más hábil podría mantenerse gobernando por dos años más. A estas alturas, la única solución es la renuncia inmediata de Piñera o que la Derecha misma, si de verdad les interesa el país, lo «obliguen a renunciar». Cada día que pasa es un paso más hacia el abismo.