Imaginen estar en la peor crisis social de la historia, con todo un país exigiendo demandas sociales y donde más encima tu gobierno ha sido denunciado en todo el mundo por violar los Derechos Humanos… Cualquier persona con un mínimo de criterio estaría tratando de no cometer errores que pudieran aumentar aún más la indignación de la gente. Lamentablemente, como la Derecha no tiene moral y se cagan en el país, la ministra vocera de gobierno, Karla Rubilar, apitutó sin asco alguno a su pololo en la Moneda. Una nota de El Desconcierto.
El ex periodista de 24 Horas, Christian Pino, fue contratado por la Secretaría General de Gobierno – ministerio que dirige su pareja, Karla Rubilar – como asesor comunicacional, desde el 1 de noviembre hasta el 31 de diciembre de este año, con una remuneración de $1 por sus servicios. El contrato decía que el periodista “se desempeñará en el Gabinete Ministerial de este organismo, ejerciendo las funciones de asesoría comunicacional a la Sra. Ministra General de Gobierno, como a todo el Gabinete Ministerial”.
Este nombramiento fue muy cuestionado por los medios, la opinión popular y la oposición, debido al evidente conflicto de intereses que esto podría significar. Rubilar se defendió de estas críticas señalando que su pareja merecía el cargo por ser un destacado profesional, y que era “un contrato administrativo”, para permitirle al hombre tener una credencial para poder ingresar y estar en La Moneda. Uno de los que se pronunció en contra fue el jefe de la bancada de diputados de la Democracia Cristiana, Gabriel Ascencio, que estableció que la ministra quería tener “un nidito de amor” en la casa de gobierno.
El parlamentario envió un oficio a la Contraloría General de la República para que el organismo se pronunciara sobre el contrato a suma alzada de la pareja de la ministra Secretaria General de Gobierno, acción que la institución confirmó a través de su cuenta de Twitter, en la que aclaró a un usuario que oficiará al ministerio para que proporcione antecedentes que les permitan pronunciarse al respecto.
La justificación de pagarle 1 peso de sueldo es una estupidez. Primero porque menosprecia el trabajo de cientos de profesionales que están mucho mejor preparados que él, segundo porque el tipo igual comerá y viajará con nuestros impuestos. Peor aún, tendrá acceso a información privilegiada, podrá hacer tráfico de influencias y está generando poderosas redes de contactos sólo por estar culeándose a la vocera. Esto es nepotismo puro, es completamente inaceptable, y en cualquier país serio Karla Rubilar habría tenido que renunciar.