Es un hecho que la violencia en el contexto de las manifestaciones hace rato que venían a la baja, el centro de Santiago de había adaptado a las protestas espontáneas que surgían, y la ciudad estaba comenzando a funcionar con relativa normalidad, donde los únicos hechos de violencia siempre han sido protagonizados por Carabineros que siguen sin respetar sus propios protocolos.
Por eso es que resulta altamente sospecha la decisión tomada por del Intendente Felipe Guevara ayer viernes, donde a pito de nada y de manera completamente ilegal, decidió rohibir las protestas, llenar de pacos la Plaza Dignidad y establecer un Estado de Sitio de facto en el centro de Santiago… El resultado de lo que iba a pasar era obvio y todos lo anticiparon: El día con mayor violencia del mes y esta semana mataron a una persona.
La respuesta de por qué cometieron semejante irresponsabilidad es obvia: Jamás les ha interesado acabar con la violencia y la fomentan por una simple razón: Para volver a enfocar la noticia en la violencia para no ceder a las demandas sociales, mantenerse en el poder a golpe de represión y esconder el fracaso absoluto que ha sido su gobierno. Que estén desesperados inventando un enemigo para justificar su ineptitud es parte de lo mismo.
Lo positivo, dentro de todo, es que a estas alturas ni siquiera eso les resulta. Chile despertó, sus estrategias son tan burdas como evidentes y ya nadie les cree. De hecho, al seguir fomentando la violencia de manera tan premeditada lo único que están logrando es sumar antecedentes para cuando estén siendo enjuiciados en tribunales internacionales por crímenes de lesa humanidad.