Para los que vienen despertando de un coma, les contamos que la Derecha está DESESPERADA oponiéndose a la paridad de género en la Asamblea Constituyente. O lo que es lo mismo, que exista la misma cantidad de hombres y mujeres escribiendo la nueva constitución. Algo que tiene la lógica del mundo considerando que según el último Censo, la población de Chile se compone de 9.244.484 hombres y 9.506.921 mujeres.
El ÚNICO “argumento” que da la Derecha es que hacerlo “atenta contra la meritocracia”, un chiste considerando que hace rato está más que comprobado que la meritocracia JAMÁS HA EXISTIDO. Para ejemplos basta ver que la innumerable cantidad de weones de la UDI que son comprobadamente retrasados mentales y tienen los mejores trabajos sólo por ser cuicos. Como lo explicó el Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz: “El 90% de los que nacen pobres mueren pobres por más esfuerzo que hagan, el 90% de los que nacen ricos mueren ricos independientemente de que hagan o no mérito para ello”. Las mujeres han sido históricamente excluidas sólo por ser mujeres, no por no tener capacidades.
Sin embargo, la verdadera razón de Chile Vamos para oponerse a la paridad de género y en general a TODOS los proyectos que beneficien a las mujeres es mucho más simple: Los intereses que defienden la Derecha son directamente opuestos a los de las mujeres. La que mejor lo explicó fue la escritora y teórica italiana Silvia Federici: “Acabar con la violencia contra las mujeres es acabar con el capitalismo que lo promueve”. El feminismo apunta directamente al corazón del capitalismo, algo que la Derecha, como empleados de los grandes empresarios a los que les pagan para defender el neoliberalismo, jamás permitirán.
Si se rechaza la paridad de género, que es lo más seguro, lo que se viene es que el estallido social se volverá completamente feminista, si es que ya no lo era con LASTESIS y su intervención “un violador en tu camino” que se convirtió en un himno de protesta a nivel mundial. El punto es que ante una Derecha antidemocrática que legisla en su contra y una izquierda inexistente, las mujeres se tomarán la política por asalto. Relegadas por siglos a un segundo plano simplemente ya no van a esperar más. La revolución será feminista o no será.