La estupidez e ignorancia extrema del cantante ultraderechista Alberto Plaza no es sólo producto de su fascismo, está directamente relacionado con ser miembro de la Cienciología, la «religión» más imbécil del mundo, (y eso que la competencia es dura), una verdadera secta de pedofilia creada por el trastornado mental de L. Ron Hubbard. ¿Qué chucha es la Cienciología? Artículos de Fotogramas, BBC, AIIAP exponen esta verdadera oda a a estupidez.
Alex Gibney se atreve con todo. Célebre por su ‘Enron. Los tipos que estafaron América’, ganó el Oscar por ‘Taxi to the Dark Side’ (2007), un paseo por la torturas infligidas por las tropas americanas en Afganistán, Iraq o Guantánamo; ahondó en los casos de pedofilia dentro de la Iglesia Católica con ‘Mea Maxima Culpa: Silence in the House of God’ (2012), y estudió la fuga de información con ‘We Steal Secrets: The Story of WikiLeaks’ (2013). El ensayo sobre las relaciones entre Hollywood y la controvertida Iglesia de la Cienciología del prestigioso Lawrence Wright, periodista del New Yorker galardonado con el Pulitzer por ‘La torre elevada’ (Debate), le venía pues como anillo al dedo. Daba igual que sobre el libro pesaran cientos de denuncias procedentes de adeptos de la Iglesia de la Cienciología, Gibney ha tomado el libro de Wright como base para un nuevo documental que incluye nuevas entrevistas y lo ha presentado en Sundance.
‘Going Clear: Scientology and the Prison of Belief’ es sin duda el documental más controvertido de cuantos se han presentado este año en Sundance, un festival que presta tanta atención a las películas indies como a la no-ficción. Según Variety, se trata del ‘devastador retrato de una religión guiada por la codicia en vez de por el altruismo’. En la película se denuncian extorsiones, lavados de cerebro y toda clase de abusos, incluso físicos. Y también contiene dardos envenenados contra dos grandes estrellas de la Cienciología como Tom Cruise y John Travolta.
Sobre Cruise, nada nuevo en realidad. Su ruptura con Nicole Kidman habría sido orquestada por David Miscavige, líder cienciólogo que temía que la rubia lo alejara de la Iglesia. Son, sobre todo, los castigos infligidos a los miembros de la Iglesia los que han puesto los pelos de punta al público de Sundance. Se habla de auténticos campos de concentración en los que los creyentes en proceso de rehabilitación son obligados a dormir en el suelo, trabajar durante todo el día, dormir sólo tres horas etc…
En las últimas décadas no han sido muchos los que se han atrevido a sacar a la luz pública los detalles de la estructura y el funcionamiento de la Iglesia de la Cienciología. Es bien sabido que los responsables de esta religión -fundada en California en los años 50 por el escritor de libros de ciencia ficción L. Ron Hubbard y que en países como Francia es considerada una secta- hacen todo lo posible para acallar a sus críticos, recurriendo a los tribunales y lanzando campañas de desprestigio.
Pero con la llegada de internet y de las redes sociales, la tarea de proteger la imagen de la Iglesia se ha vuelto cada vez más difícil, como demuestra la repercusión que está teniendo en la red un documental estrenado este domingo por el canal de televisión estadounidense HBO, en el que se realizan duras acusaciones contra los responsables de la Cienciología. Se trata de «Going Clear: Scientology and the Prison of Belief», basado en el libro del mismo título del ganador del premio Pulitzer Lawrence Wright (publicado en español como «Cienciología: Hollywood y la prisión de la fe»).
Dirigido por Alex Gibney, ganador de un Oscar en 2008, en el documental aparecen entrevistados exmiembros de alto rango de la Iglesia, que hablan, entre otras cosas, de la supuesta manipulación a la que se somete a los seguidores de la organización, incluidos algunos muy conocidos como los actores Tom Cruise y John Travolta.También sacan a la luz detalles sobre la financiación de la Iglesia y sobre los presuntos abusos físicos y psicológicos que padecen los miembros de esta religión. BBC Mundo les presenta algunos de los detalles sobre la Cienciología que revelan los entrevistados en el documental «Going Clear».
Los miembros de la Cienciología son sometidos a abusos físicos y psicológicos
Entre las afirmaciones que se realizan en «Going Clear», las que más daño podrían hacer a la imagen de la Cienciología son aquellas relacionadas con los presuntos abusos físicos y psicológicos a los que se someten a sus miembros. En el documental se habla de la política de «desconexión», que obliga a los seguidores de la iglesia a cortar todo tipo de contacto son sus familiares y amigos que abandonan la fe. Además, se dan detalles de lo que se conoce como The Hole (el agujero), unas instalaciones en las que presuntamente se mantiene en cautividad a miembros díscolos del Sea Org -nombre de la rama que dirige la iglesia que cuenta con una flotilla de barcos- a los que supuestamente se maltrata física y psicológicamente.
Según se explica en el documental, muchos de los integrantes del Sea Org trabajan a cambio de un sueldo mísero y desde allí se controla también la llamada Fuerza del Proyecto de Rehabilitación, que cuenta con campos de internamiento a los que se envía a los miembros de la Cienciología que no cumplen las expectativas de la organización y a los que se obliga a trabajar sin descanso. Una exmiembro de la iglesia relata como presuntamente la obligaron a realizar «trabajos forzosos» mientras estaba embarazada y cómo le arrebataron a su bebé para luego abandonarla enferma «en cuna empapada de orina y heces y cubierta de moscas». Además, según se cuenta en el documental, a los miembros de Sea Org -que cuenta con una sección infantil en la que los niños empiezan a trabajar a edades muy tempranas- se los anima a no tener hijos y en caso de embarazo, se les sugiere que aborten.
Los detalles de la religión sólo se conocen tras pagar miles de dólares… En serio
A diferencia de lo que ocurre en la mayoría de las religiones, en el caso de la Cienciología sus miembros sólo conocen los detalles de este culto poco a poco y desembolsando importantes cantidades de dinero, indica el documental. Tienen que pagar durante años para ir subiendo de rango dentro de la Iglesia y sólo cuando llegan a un determinado nivel, conocido en inglés como «Operating Thetan III», tienen acceso a documentos escritos por el propio Ron. L. Hubbard.
En ellos se explica la historia de Xenu, un dictador galáctico que hace 75 millones de años trajo millones de personas a la Tierra en naves espaciales depositándolas en volcanes y aniquilándolas con bombas de hidrógeno. La Cienciología evita hablar en público de Xenu. En «Going Clear», el director de cine Paul Haggis, quien abandonó la organización hace unos años, explica cómo no podía creer que esta historia forme parte de la tradición de la Iglesia.
Red de abuso infantil
Al regreso de mi hija a México, y mientras yo pasaba por una situación marital difícil que terminó en una separación -originada por otro ”prominente” asociado de dicho lugar de nombre Jorge Pedroza, el cuál cometió adulterio con mi entonces esposa, en contubernio con varios ejecutivos de ODD, entre ellos el ya mencionado Hector Cruzado-, me informó por escrito que antes de ella irse a los Estados Unidos de Norteamérica -teniendo en ese entonces tan solo 13 años de edad- fue acosada y abusada sexualmente por el Sr. Alejandro Aristi Guerrero (adulto de más de 30 años) y empleado de la Organización de Desarrollo y Dianética, A.C. ocupando un puesto Ejecutivo y certificado con un nivel alto en las “terapias” y cursos que imparte este grupo y que “garantizan” que con dichas “terapias” y cursos las personas se vuelven más “éticas” y “honestas”. Este caso prueba que dichos cursos y terapias son un fraude.
Mi hija decidió denunciar ésto, ya que el susodicho individuo le seguía exigiendo tener relaciones sexuales bajo acoso continuo teniendo ella para este entonces 16 años. Debido a las políticas internas de la propia Cienciología -en la que se impide que un adepto denuncie a otro- la encargada de asuntos legales en la ODD, la señora Margarita Ibáñez, me amenazó de expulsión y de recibir la pena máxima de Cienciología sobre mí, con tal que no fuera a denunciar a las Autoridades Mexicanas y que quedara así un precedente de denuncia penal en México. Aparte, me instó a que primero tenía que recibir la autorización del Jefe de Justicia Internacional de Cienciología, autorización que por cierto jamas recibí.
Este acto sigue impune hasta la fecha y el perpetrador goza de la protección de la Federación Mexicana de Dianética, A.C. ya que su único proyecto de enmiendas y justicia incluía solamente 300 horas de trabajo comunitario dentro de la misma Asociación y volver a pagar todos sus cursos, así como a hacer una cuantiosa donación a la Asociación Internacional de Cienciólogos. Éstas “donaciones” fueron hechas y fue reinstalado para seguir fluyendo gente hacia las líneas de Cienciología, sin haber pagado el crimen cometido de “abuso sexual de menores”. También cabe añadir que tiempo después de hacer las denuncias me enteré que este individuo (Alejandro Aristi) ya tenía un largo historial de este tipo de conducta criminal y ya había sido reportado a sus superiores varias veces, saliendo impune de cada una de ellas. Y de la última carta que envié a la Cienciología en México, no tuve todavía respuesta hasta la fecha.
La mayoría de los casos criminales en Cienciología alrededor del mundo, no son reportados a las autoridades y tienden a ser ocultados ante los restantes miembros, según las políticas internas de este grupo para no “enturbular” (hacer turbulencia) dentro de las “líneas de Cienciología”, según ellos mismos dicen. Por este encubrimiento y complicidad, queda patente que Cienciología no cumple lo que ofrece en su publicidad, no cumple en mejorar familias sino al contrario: mantienen protegidos a gente que comete actos criminales, como abuso de menores, infidelidad, robo. Destruyen, separan familias y castran el futuro de menores de edad para siempre. Testimonio de César Velasco, reproducido con el permiso del autor. Actualizado y revisado en octubre de 2013.
Alberto Plaza es un fascista desquiciado miembro de una secta que promueve el abuso infantil. ¿Y qué hace la prensa chilena? Entrevistarlo y validar su opinión… Los medios tradicionales son responsables directos de la mierda que es Chile