El ex juez español Baltasar Garzón, reconocido en el mundo por arrestar al Dictador Augusto Pinochet mientras se encontraba en Londres, de visita en nuestro país para constatar las violaciones a los Derechos Humanos que se están cometiendo, le advirtió a Piñera que como los crímenes de lesa humanidad no prescriben y tienen jurisdicción universal, habían instancias internacionales que no permitirán la impunidad en Chile. Parte de la entrevista que le hizo The Clinic señala:
A lo rockstar fue recibido ayer, en dependencias del ex Congreso Nacional, emplazadas en calle Catedral, Baltasar Garzón. El ex juez de la Audiencia Nacional de España, es un personaje clave para la política nacional desde que, en 1998, lograra la detención de Pinochet. Y así se hizo evidente en una repleta conferencia de prensa efectuada en el contexto del Foro Internacional de Derechos Humanos que se está desarrollando en Santiago, donde fue categórico al señalar que no sostendrá encuentros con representantes del oficialismo.
“No creo que las autoridades quieran reunirse conmigo (…) Echo de menos un gobierno que no se reune con las víctimas, que no dialoga para solucionar, que no implementa los medios para que se persigan los hechos criminales (…) tampoco va a tener interés en reunirse con alguien que venga de fuera. Y, por tanto, yo tampoco me quiero reunir con quien no responde a la defensa de las víctimas”, sostuvo públicamente durante la jornada de este jueves. Hoy, casi 22 años más tarde de la emblemática detención que marcó la historia política nacional, pasa revista a la contingencia nacional en momentos particularmente sensibles que lo han llevado a sostener variados encuentros que comparte, privadamente, en entrevista con esta redacción.
Se reunió con familiares de ejecutados políticos y también con agrupaciones de víctimas del 18-O ¿Cómo fueron esos encuentros que sostuvo esta semana?
Sí. Y también con agrupaciones ambientalistas, estuvimos hablando de las agresiones al medio ambiente, de la falta de agua, de los intereses de algunas estructuras institucionales a la hora desarrollar políticas agropecuarias que afectan a la distribución del agua y los intereses de quienes desarrollan la política. Hay conflictos de intereses clarísimos, estuvimos reflexionando acerca de cómo proteger al medio ambiente. Me llamó la atención que no exista una institución protectora en un país con emergencia climática. El agua es un bien privativo, es una cosa espeluznante. ¿Qué estamos haciendo? Un país como Chile, que iba a organizar la COP 25.
Estuvimos también hablando de los juicios pendientes de la dictadura, fue un debate interesante. Este traspaso de la impunidad de parte de dictadura que aún perdura, como una consecuencia, termina siendo el hilo conductor a la impunidad que se puede estar percibiendo por los acontecimientos del estallido social. Eso significa que se pone en duda, es muy grave que sea así. Y mucho más, la independencia del Poder Judicial y la acción de la justicia en la investigación ecuánime, independiente y efectiva de todo lo acontecido desde el 18′ de octubre en adelante. Cuando eso se instala en la sociedad, es muy peligroso. La obligación pedagógica de los jueces es explicar lo que pasa, que la gente lo perciba y quede satisfecha, que sienta que la justicia está haciendo su labor. Porque si se instala el discurso contrario, es peligrosísimo. Y eso es lo que estoy percibiendo al hablar con las víctimas. No una ni dos, todas. Porque no he encontrado que se haya dicho que las investigaciones que se están llevando a cabo son efectivas, eficientes y que se están llevando a cabo con todas las consecuencias, independientemente de quién sea el potencial responsable.
¿Siente que Chile tiene los argumentos jurídicos para juzgar los hechos que están ocurriendo?
Tiene los argumentos jurídicos para investigar, debe investigar. Cuando uno está viendo dictámenes médicos, de expertos independientes, se está viendo ya una dinámica de penetración en lo que ha ocurrido. Hay informes que se están acumulando. Se puede construir una narrativa de lo que está ocurriendo, del uso de los medios proporcionales o no proporcionales en el ejercicio de la violencia institucional, si se está investigando a los responsables o no y cuál era la cadena de mando.
¿Qué responsabilidad política tiene Sebastián Piñera en todo esto?
Responsabilidad política, Piñera la tiene toda. Toda. Responsabilidad de otra índole, de hechos que se puedan catalogar, de víctimas, habrá que investigar.
¿Podría ser llevado, a una corte internacional?
Ya hay querellas instaladas que están pendientes de investigación aquí, muy importantes. Hay que ver si se está haciendo esa investigación, si el Ministerio Público está adelantando esa investigación, eso es fácil constatarlo. Una vez que se agoten esas investigaciones, tendremos que decidir si son o no solventes. Y de todo, hay que concluir si se está investigando o no. O si no se puede investigar.
Usted le mandó una carta de advertencia a Piñera en el comienzo del estallido social…
Donde le decía que no va a haber impunidad, porque hoy la comunidad internacional está muy atenta. Hay instancias internacionales que no dejarán que se instale la impunidad. Y lo sigo diciendo hoy.
¿Cuál es la imagen que sale al mundo de Chile hoy en relación a los DDHH?
La de la lucha de los colectivos de una sociedad que está sufriendo las consecuencias de un exceso de violencia policial, uso de medios desproporcionados. Es muy preocupante que haya 405 víctimas ya contabilizadas con estallido de globos oculares, que estén perdiendo la visión. Y que haya más de 2000 personas detenidas. Cuando esto sucede, es que algo no se está haciendo bien. Simultáneamente, preguntaba a las víctimas y a los colectivos, cuántas personas detenidas de los cuerpos policiales había por los excesos y me decían que ninguna. Entonces, aquí está pasando algo grave.
Ya van 4 organismos internacionales que han denunciando las graves y sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos, y en 3 meses Piñera no solo no ha hecho nada al respecto, ha presentado SIETE proyectos destinados a la represión y ninguna reforma estructural que el pueblo pide, sigue inventando enemigos que no existen y hasta el día de hoy sigue negando las violaciones a los Derechos Humanos. Si la justicia chilena no encarcela a Piñera lo harán los tribunales internacionales. Piñera está destinado a morir en la cárcel como un criminal de lesa humanidad, esta vez no habrá impunidad contra los asesinos del pueblo