Un día después que el Colegio Médico denunciara que el 85% de los trabajadores de la salud no tiene los implementos básicos para combatir una pandemia, se supo que el Régimen de Piñera gastó la brutalidad de 400 millones de pesos en una “asesoría comunicacional”, más encima por trato directo. Una nota de El Desoncierto detalla:
Fue el pasado 25 de marzo, cuando la Subsecretaría de Salud Pública, dirigida por Paula Daza, contrató los servicios de una agencia de publicidad para la creación de una campaña comunicacional sobre el coronavirus, por $400 millones. El detalle de la orden de compra N° 757-357-SE20, señala textualmente que el Ministerio de Salud “autoriza trato directo (para) asesoría creativa de campaña comunicacional coronavirus covid-19 y medidas de prevención e identificación de síntomas”.
Una compra que se realizó sin concurso público (vía trato directo), a la empresa “Doble Giro, Diseño y Publicidad”, y que significó que el Estado gastara el equivalente a 14.800 mascarillas de barrera de última generación, cuyo costo es de 27 mil pesos cada una al por menor, por ejemplo. Y es precisamente la falta de materiales de protección básicos para los funcionarios de la salud, lo que llama la atención en esta contratación, porque hace semanas que la situación viene siendo denunciada, y ya son más de un centenar los funcionarios de la salud que se han contagiado con la enfermedad.
La millonaria cifra equivale, por ejemplo, a la compra de 193 camas clínicas, según el registro de compras de Mercado Público. En cuanto al “talón de aquiles” del sistema sanitario que identificó el propio ministro Jaime Mañalich en su conferencia de prensa de este miércoles –la falta de ventiladores mecánicos- con solo una fracción de esa cantidad, se pudo haber comprado una decena de estos equipos, que equivalen a 261 millones de pesos, según los registros de últimas compras en Mercado Público.
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Filmar un comercial con un weón lavándose las manos y recomendando quedarse en la casa no vale 400 millones, e incluso se puede hacer gratis considerando que casi cada departamento de Estado tiene sus propios equipos comunicacionales. Pero como las prioridades del Régimen de Piñera son un chiste, tenemos a un gobierno botando la plata cuando el personal médico ni siquiera tiene mascarillas.