No suficiente con ser el único gobierno le está pagando a los hoteles para convertirlos en hospitales, ya que en todo el resto de los países del mundo los están confiscando debido a la emergencia, el desastroso Régimen de Piñera más encima mintió en la supuesta cifra que según ellos estaban pagando, y es que lejos de pagar $9.000 diarios por habitación como señaló Jaime Mañalich, el costo real supera los $40.000. Una nota de Interferencia detalla:
Temuco es la segunda ciudad en Chile con más contagios por la pandemia del Covid-19 y desde el pasado 27 de marzo se encuentra en cuarentena total. Un día antes de que se adoptara esta medida, el Servicio de Salud Araucanía Sur –dependiente del Ministerio de Salud (Minsal)– envió una orden de compra hacia la sociedad El Fiordo SpA, controladora del Hotel Frontera. Por un monto de 582 millones de pesos, el organismo gubernamental arrendó durante 3 meses las 120 habitaciones para cumplir medidas de aislamiento que comunicó el jefe del Minsal, Jaime Mañalich. A pesar de que en esa instancia el ministro indicó que habían negociado un precio de 10 dólares por noche en hoteles ($8.800), INTERFERENCIA conoció casos en que los arriendos superan ese valor, alcanzando o superando los 50 dólares. Uno de estos es, precisamente, el ejemplo del Hotel Frontera. Sobre los $40.000
Desde el organismo público también señalaron que cada uno de los edificios del Hotel Frontera estará provisto con equipos de salud permanentes, tales como enfermeras y técnicos paramédicos. El arriendo de este recinto no se ajustó al precio que entregó en su minuto el ministro Mañalich, quien al momento de informar esta supuesta negociación que habían alcanzado para que el cobro fuera de $8.800 por noche, añadió que a ese monto había que sumarle “el consumo de alimentos y lo que sea necesario”. Por medio del portal Mercado Público, INTERFERENCIA conoció la cotización que la sociedad El Fiordo SpA –ligada a uno de los hijos del fallecido empresario hotelero de la zona, Carlos Urzúa Della Maggiora– le presentó al Servicio de Salud Araucanía Sur.
En ésta, se describe que se cotizan las 120 habitaciones del Hotel Frontera, que el contrato será por un mínimo de 90 días y que el precio por cada pieza es de $12.817. Hasta ahí, sobrepasa en al menos $3.000 la cifra señalada por Mañalich. Sin embargo, a continuación se agregan los servicios que cobra cualquier recinto turístico en un momento de operación habitual. Por el servicio de aseo se suman $5.401; por el servicio de lavandería $2.500; por alimentación del personal $8.000; por cada desayuno $3.000; por cada almuerzo $6.000; por cada once $3.000; y por cada cena $5.500. En total, el hospedaje de cada habitación en este ‘hotel sanitario’ tendrá un costo de 46.218 pesos sin iva, y 55.000 con iva, por cada jornada. Multiplicando por la cantidad de piezas y días en que se efectuó este arriendo, se llega a la cifra de los 582 millones de pesos.
Otro caso similar ocurre en la región de Arica y Parinacota. Según consta en información revisada en Mercado Público, el Servicio de Salud de Arica contrató a la empresa Servicios de Enfermería Daniela Arévalo EIRL el 23 de marzo de este año. En la orden de compra correspondiente, se detalla que el objeto del contrato es por “servicio de alojamiento sanitario”, para lo cual se desembolsó la cantidad de $205.200.000. Este acto administrativo se realizó mediante trato directo, justificado en la alerta sanitaria decretada por el gobierno el día 5 de febrero de 2020. Según el documento de compromiso presupuestario, el espacio arrendado tiene capacidad para 55 personas (ver documento). Lo llamativo de este intercambio consiste en que la empresa no parece disponer de instalaciones para dar hospedaje a grandes cantidades de personas. El domicilio que indica corresponde a una casa de dimensiones regulares, y la sociedad se encarga principalmente de prestar servicios de enfermería y cuidados médicos a domicilio.
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Que en plena pandemia el Régimen de Piñera sea el único gobierno en pagarle a los hoteles en vez de requisarlos, expone nuevamente que somos una pesadilla neoliberal que tiene que terminar. Literalmente no existe otro país en el mundo tan neoliberal como Chile