Lógico que en algún punto podremos volver a salir a la calles, los colegios volverán a funcionar, y los malls volverán a abrir, pero JAMÁS ANTES DEL PEAK DE CONTAGIOS como lo quiere hacer el Régimen de Piñera. Los países que están “volviendo a la normalidad” como Alemania o Dinamarca es porque hace rato tienen controlada la pandemia, y lo están haciendo deentro de un contexto de seguridad basado en la distancia social y la utilización de mascarillas. El caso contrario es Japón, donde fueron extremadamente exitosos a la hora de controlar el coronavirus, pero que tras relajar las medidas ahora sufren una nueva ola de contagios. Una nota de la BBC puntualiza:
Hace apenas un mes se consideraba que Hokkaido, la segunda isla más grande de Japón, era un caso de éxito en la contención, detección y aislamiento del coronavirus. Sin embargo, las noticias que ahora llegan desde allí no son tan buenas. La región atraviesa desde esta semana una segunda ola de infecciones confirmadas y volvió a estar en el centro de atención por el rebrote de la pandemia. A finales de febrero, este territorio con más de cinco millones de habitantes fue el primero en declarar estado de emergencia en suelo japonés debido al covid-19. Se cerraron las escuelas, se cancelaron las reuniones a gran escala y los vecinos se alentaban a quedarse en casa.
El gobierno local persiguió el virus con determinación, rastreando agresivamente y aislando a cualquiera que hubiera tenido contacto con los contagiados. La política funcionó y a mediados de marzo, el número de casos nuevos se había reducido a uno o dos por día. El 19 de marzo se levantó el estado de emergencia y, a principios de abril, se reabrieron las escuelas. Sin embargo, apenas 26 días después del levantamiento paulatino de las restricciones se volvió a decretar la cuarentena en Hokkaido. En la última semana, Hokkaido ha registrado 135 nuevos casos confirmados de covid-19.
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Querer “volver a la normalidad” antes del peak de contagios es simplemente criminal. Es reconocer abiertamente que prefieres matar a las pobres para no tocarle el bolsillo a los grandes empresarios. Recalcamos lo de pobres, porque tengan en claro que seremos nosotros los que moriremos, no los cuicos de mierda