¿Recuerdan que hace rato venimos diciendo que la fascista Marcela Cubillos es una terrorista neoliberal que no puede tener tribuna en una Democracia ya que sólo existe para defender a los grandes empresarios y representa un peligro para la sociedad? Bueno, por si dudaban de lo anterior, la tabacalera British American Tobacco, principal financista de los terroristas neoliberales de Libertad y Desarrollo, (que Cubillos preside), en plena pandemia siguió funcionando como “empresa esencial” y permitió el contagio de decenas de trabajadores. Una investigación de Ciper detalla:
La compañía que controla el mercado de los cigarrillos no ha parado de funcionar y su planta de Casablanca ya ha registrado casos de Covid. Esa fábrica opera las 24 horas, obligando a movilizarse a trabajadores de comunas en cuarentena, como Valparaíso y Viña del Mar. Los registros de la Comisaría Virtual indican que hasta el 14 de junio obtuvo 50 permisos colectivos bajo el rubro “supermercados, mercados y centros de abastecimiento”. Los Ministerios de Salud, Economía y Agricultura, y la subsecretaría de Prevención del Delito, no pudieron explicar por qué una tabacalera es considerada “esencial”. En las cuatro comunas donde tiene instalaciones (Casablanca, San Fernando, Cerrillos y Las Condes) la British American Tobacco ha solicitado permisos para que sus trabajadores puedan transitar. Trabajadores de BAT Chile aseguraron a CIPER que al interior de la fábrica en Casablanca se han registrado brotes de coronavirus, lo que fue confirmado por la empresa, que no quiso entregar cifras sobre esos contagios.
Los sobornos a la UDI y Libertad y Desarrollo
Los hechos se desencadenaron el jueves 20 de diciembre de 2012 en el hemiciclo de la Cámara de Diputados. El proyecto de la Ley del Tabaco que debía endurecer las restricciones al consumo de cigarrillos ya estaba en su tercer trámite y al momento de llamar a votación para finiquitar su despacho, sorpresivamente diputados de la UDI le pidieron al presidente una postergación. Como la respuesta fue negativa, decidieron inscribir a todos sus parlamentarios para que intervinieran en la discusión hasta que la sesión se agotara. Y lograron su objetivo: la votación debió postergarse hasta el 3 de enero de 2013, luego del receso por las fiestas de fin de año. Fue entonces que el ministro de Salud Jaime Mañalich dejó caer una bomba:
“No debemos dejar de reconocer que el lado oscuro de la fuerza se mueve muy vigorosamente y hay un lobby muy intenso para demorar la aprobación de este proyecto y para que en definitiva la industria tabacalera siga operando como lo está haciendo, con tantos márgenes de libertad en el país”. Los dardos del ministro apuntaron directamente a la UDI. “No vamos a aceptar acusaciones gratuitas”, fue la respuesta inmediata del jefe de esa bancada, diputado Gustavo Hasbún.
A un año de publicada la nueva Ley del Tabaco en el Diario Oficial, CIPER solicitó al Ministerio de Salud vía Ley de Transparencia la lista de los beneficiarios de las donaciones de las empresas tabacaleras en 2013. El documento, aunque incompleto, da cuenta de la existencia de traspasos de dinero desde la British American Tobacco Chile (ex Chile Tabacos), al Instituto Libertad y Desarrollo (LyD), el principal centro de investigación y asesoría legislativa del gremialismo, cuyos parlamentarios no sólo retrasaron la votación de la ley, sino que también se opusieron en su mayoría y de manera sistemática a varias de las restricciones que el proyecto de ley finalmente aplicó a las tabacaleras. Entre ellas se cuentan la prohibición de fumar en espacios cerrados, los límites a la publicidad principalmente indirecta (promociones y placement) y la obligación de las tabacaleras de informar sobre sus donaciones.