Amigas y amigos, como el medio de información más carismático de la historia tenemos un compromiso con la verdad, y debemos pedir disculpas públicas con respecto a la nota que hicimos el día de ayer sobre el ex presidente de la UDI Pablo Longueira. En ella aseguramos de manera irresponsable, y sin el chequeo de datos correspondiente, que había recibido 900 millones de pesos en sobornos. Un lamentable error que no tiene relación con la verdad, ya que en total recibió 1.300 millones de pesos en sobornos. Un artículo del sitio de investigación periodística Ciper Chile detalla:
Una estrecha colaboradora de Longueira aportó el dato clave que permitió adentrarse en la máquina que montó para financiar su actividad política al margen de la ley. CIPER reconstruyó la ruta a través de la cual el ex senador recibió más de $1.300 millones de SQM y otras empresas. Y apareció el andamiaje: los pagos directos a candidatos de la UDI, un junior que recorre bancos con un maletín, los préstamos de la inmobiliaria Copra pagados con platas de SQM. Una trama que entrelaza a 35 boleteros con su centro de operaciones en Nueva Los Leones 0281. Aunque parezca increíble el SII aún no se querella.
EMPLEADO A SUELDO DE LOS GRANDES EMPRESARIOS
Durante años Pablo Longueira cimentó parte de su poder en la UDI gracias a sus estrechos lazos con el mundo empresarial, como los que creó con la dupla histórica al mando de SQM: Julio Ponce Lerou y Patricio Contesse. Solo ahora se revelan los detalles de las operaciones al margen de la ley que realizó para obtener de SQM aportes por al menos $1.000 millones. Su sintonía política con empresarios vinculados al negocio de la educación lo benefició con otro aporte para financiar campañas: un préstamo de $100 millones que le hizo en 2009 Copra, la inmobiliaria de sus amigos históricos de la UDI, Marcelo Ruiz, Ignacio Fernández y Luis Cordero. Los $100 millones, sin intereses, los devolvió en varias cuotas con pagos desde la cuenta corriente de la también representante legal de sus fundaciones: Titi Valdivielso. Fue el tesorero de Copra, Enrique Herrera Rodríguez, quien reveló la existencia de préstamos políticos a Longueira.
En 2011 Pablo Longueira volvió a recurrir a Copra para obtener financiamiento. A través de Luis Cordero pidió otros $25 millones. Ese préstamo se concretó con el pago de un cheque a nombre del ex senador el 15 de febrero de 2011. El gerente general de Copra agregó que ese préstamo está prácticamente saldado. En efecto, el 27 de septiembre de 2013 el hijo mayor de Longueira, Juan Pablo, apareció en las oficinas de Copra con $23.192.385 en efectivo. Se desconoce su procedencia. Ese mismo día, el dinero fue depositado en una cuenta corriente de Copra. El saldo del préstamo era de $1,8 millón. Su cercanía con los financistas de la UDI quedó patentada una vez más en esos días de alta tensión cuando los controladores del Grupo Penta, Carlos Eugenio Lavín y Carlos Alberto Délano, decidieron aportarle $100 millones.
FINANCIADO POR LA FUNDACIÓN JAIME GUZMÁN
En julio de 2013, tras haber ganado la primera elección primaria de su sector, Pablo Longueira se deprimió y abandonó la carrera presidencial. Su preocupación central era pagar deudas de campaña y solventar su vida mientras su organismo se recuperaba. Durante esos mismos meses, Longueira recibió otro aporte, que lo alivió. Desde junio de 2013 la Fundación Jaime Guzmán le pagó un cheque por $6,3 millones mensual. El primer pago se concretó el 3 de junio de ese año, cuando Longueira aún seguía en carrera. Ese aporte se mantuvo, al menos, hasta diciembre de 2013, según consta en la cuenta corriente que el gremialista tiene en el Banco Santander. El vínculo de Longueira y la Fundación Jaime Guzmán es estrecho. Al punto que en los estatutos de su Fundación Chile Justo se establece que en caso de disolverse, será la Fundación Jaime Guzmán la que heredará sus bienes. En total, entre junio y diciembre de 2013 la Fundación Jaime Guzmán le pagó a Pablo Longueira $44 millones.
RECORRIENDO SANTIAGO JUNTANDO SOBORNOS EN EFECTIVO
El dinero que el círculo duro de Longueira recolectaba a través de boletas falsas a empresas, recorría siempre un camino similar. El testimonio judicial de uno de los boleteros, Nicolás Guíñez, lo grafica: “El junior (Bruno Vera) me pedía que lo acompañara hasta las dependencias de la fundación (…) él llevaba el maletín con el dinero, como siempre, ya que cada vez que nos juntábamos a retirar el valor del cheque o vale vista, él llevaba y me entregaba el documento a cobrar o lo tenía el banco y me daban la colilla, y el junior siempre estaba a mi lado, el dinero nunca pasaba por mis manos, él siempre tomaba el dinero de la ventanilla y lo guardaba en un maletín”.
Así, el junior de las fundaciones se paseaba por distintos bancos de Santiago recolectando el dinero de los boleteros. Uno de ellos, Ricardo Jorquera, entonces estudiante de Derecho de la Universidad Finis Terrae, lo relata así: “Recuerdo que tuve que dar mis datos para que giraran los dos cheques, a los días me llamaron para decirme que estaban listos los cheques y que me juntara en el Paseo Ahumada afuera de un banco que no recuerdo. Me iba a estar esperando una persona gorda y baja. Me pareció que era un junior, yo llegué y no sé cómo nos juntamos porque era una persona que yo no conocía. Él traía los cheques y me dijo que los cobrara y que después tenía que pasarle la plata a él en efectivo. Eran en total $11,4 millones (pagados por SQM).Yo hice la fila y él me esperó atrás, y cuando cobré los cheques, me dirigí a él y le entregué todo el dinero. Luego nos separamos”.
Entonces para resumir: Si una persona evade el Transantiago o roba un chocolate del supermercado se va preso, pero Pablo Longueira que es el político más corrupto de Chile no irá a la cárcel… Y después criticamos la Democracia de otros países