En la investigación que lleva adelante la Fiscalía por el manejo criminal de la pandemia que realizó Jaime Mañalich, si ya conocemos que implementó un sistema improvisado en contra de las recomendaciones de la comunidad científica, ahora fue Johanna Acevedo, jefa de la División de Planificación Sanitaria (Diplas) del Ministerio de Salud, quien denunció a Jaime Mañalich por montar un sistema paralelo para informar menos casos de Coronavirus, eliminó el comité de brotes, y no consideró información epidemiólogica para las cuarentenas. Parte del artículo de Teletrece detalla:
T13.cl tuvo acceso al documento de 36 páginas donde declara la jefa de la División de Planificación Sanitaria del Minsal (Diplas) y anterior jefa del Departamento de Epidemiología del ministerio, quien tuvo entre sus tareas la implementación de la plataforma Epivigila, que es la base de los informes de casos y muertes producto de la pandemia. El documento es considerado clave en la investigación que lleva adelante el fiscal Xavier Armendáriz, quien el pasado viernes recurrió ante la Corte Suprema para exigir la entrega de datos que el Minsal rechaza proporcionar al Ministerio Público.
Un escrito que además entregó premisas «preliminares» de la indagatoria, donde acusa un manejo «sui generis» e «improvisado» de los datos. En diversas partes de la declaración, Acevedo enfatiza que su rol es técnico y no político. Y detalla que aceptar el cargo en la Diplas en 2018 «fue todo un tema», pero le motivó poder trabajar en uno de los temas que ha dedicado tiempo y esfuerzo: el cáncer. En este caso, la posibilidad de avanzar en un registro nacional, considerando determinantes sociales.
Acevedo reconoce que cuando existe un epidemia «uno quisiera caracterizarla de la mejor manera posible». Sin embargo, con médicos saturados y sin personal dedicado específicamente a esta tarea, el riesgo era que los formularios se llenaran mal, entregando datos de poca calidad. Fue así que se definió un stock de «variables mínimas». La funcionaria dice que si bien pidieron considerar la trazabilidad dentro de este formulario, este aspecto no fue considerado «hasta el cambio de ministro».
Sobre el dialogo con sociedades científicas, Acevedo relata que a fines de enero activó un grupo de trabajo -denominado comité de brote- con los jefes de división del Minsal con la sociedad de epidemiología, de infectología, entre otras. Aunque por resolución era el ministro quien debía presidir esta instancia, Mañalich, «no asistió» por lo que tuvo que dirigirla ella misma. Entre los convocados, detalla, estuvo Jeanette Davanch de la sociedad de infectología, Tomás Regueiro de la Sochimi, y Rafael Araos, quien luego asumiría como jefe de epidemiología del Minsal.
«Tuvimos 4 sesiones entre enero y marzo, luego recibí una instrucción verbal, no por escrito, de suspender mi comité de brote, por parte del ministro», relata. En función de eso, dice, pidió autorización para mantener un consejo, más privado, que luego que convirtió en el consejo asesor. La idea era recoger recomendaciones «para ver las mejores decisiones». «Sin embargo, todas las decisiones las tomaba el ministro».
Un «sistema paralelo» para el conteo de casos
Si bien la fuente de casos notificados y sospechosos era Epivigila, la funcionaria detalla que el ministro decidió montar un sistema «paralelo» a cargo de su jefa de gabinete, Itziar Linazasoro. Aunque ella informaba de manera diaria el numero de casos nuevos o sospechosos, cuales de ellos eran viajeros y desde donde provenían, la información tenía un «cierto desfase», ya que se requería que las personas fueran notificadas.
«Entonces ella decidió armar un sistema paralelo para llevar la información pública, que era llamar por teléfono a las seremis para que le informaran de los casos», detalla. Acevedo declara que tiene un resumen de todos los correos, ya que junto con esta investigación de fiscalía existe un sumario de contraloría por la diferencia de cifras reportadas por el Minsal, en lo que dice «nunca pensé verme involucrada». «En lo técnico, al menos en mis responsabilidades, he cumplido, siempre reportando la data a la autoridad, todos los días», asegura. La funcionaria añade que la información que enviaba «todos los días» venía desagregada entre casos confirmados, sospechosos y descartados.
¿Cómo y con qué criterios la jefa de gabinete de Mañalich definía los datos que se entregaban en el boletín diario? ¿Se les consultabaa a la Diplas, al DEIS, y otros organismos especializados del Minsal?, se le consultó.»Desconozco sus criterios», fue su respuesta. Acevedo señala que si bien en el principio los números eran similares, y a ratos «más actualizados que los míos» todo comenzó a cambiar cuando el volumen de casos fue creciendo. «Creo que se dieron cuenta que tenían que recurrir a la fuente oficial de la data»
«Yo mandaba los datos, no estaba muy preocupada de lo que ella decía en el reporte público. Pero tengo constancia de un correo del 29 de abril donde existió a primera gran diferencia, con 90 casos menos a los enviados por mí que el numero reportado», añade. Fue ahí que dice, «empecé a reportar todos los casos confirmados, con PCR (+) que se mantenían como sospechosos y con PCR (+) no notificados, siempre entregué la información completa, pero la información del reporte público solo incluía los casos confirmados».
“En marzo o abril las diferencias (en el número de casos) eran mínimas y eran atribuibles a la recepción de la información, y eso es normal, si habían 2 o 3 daba lo mismo, porque al día siguiente se compensaba. Pero cuando fueron 90 fue el hito que marcó el inicio de las diferencias, que comenzaron a crecer día a día, superando los 30.000 cuando el Ministro Mañalich dejo el Minsal”, agrega Acevedo,
Luego, relata, se conoció el informe de Contraloría, que daba cuenta de más de 30 mil casos no informados. «Pero esos casos sí se informaron siempre a la autoridad Minsal, desde la fecha que señalo, de 19 de mayo, con el informe que enviamos a diario. O sea, la brecha que dice Contraloría era en la información pública, no en la que manejábamos internamente en el Minsal», asegura. Incluso pone ejemplos: el 24 de mayo mientras ellos consideraban 89 mil casos totales, en el reporte público se informaron 73 mil.
«Informes epidemiológicos eran limitados»
En otra de las secciones de la declaración, Acevedo asegura que este conteo paralelo implementado por Mañalich terminó afectando a los informes epidemiológicos, asegurando que eran «limitados» porque «tenían que ser consistentes con lo reportado por la autoridad». Es ahí que se le pregunta si las decisiones de Mañalich estaban basadas en la ciencia epidemiológica o se podía prever una brecha. «Desconozco en que basaba el ministro sus decisiones. Yo como epidemióloga considero que el objetivo de la epidemiología es mostrar la dinámica de la curva epidémica. Entonces cuando se excluye enfermos por razones administrativas, se altera la proyección que uno puede hacer de la curva y la dinámica de la epidemia», afirma. Acevedo insiste que ella técnica y no política «por eso mostré los informes de PCR no informados y lo mantuve siempre, porque es la curva real».